¿Cuánto tiempo le toma a una mosca dejar bacterias en tu comida?

| 09:47 | Lucía P Castillo | Europa Press
MOSCA BACTERIAS
Foto: Shutterstock//Ilustrativa.

Aunque parezca inofensivo el hecho de que una mosca se pose por segundos en un plato de comida, ese contacto fugaz puede ser suficiente para que este insecto deje sobre la comida una colección de bacterias, algunas con capacidad para causar infecciones graves.

Y es que, según un estudio liderado por la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) y publicado en Scientific Reports, las moscas domésticas y los moscardones transportan cientos de especies bacterianas en su cuerpo, muchas de ellas en las patas y las alas, precisamente las zonas que tocan la comida al posarse.

¿¿Cuánto tiempo tarda una mosca en dejar bacterias en tu comida??

Un ensayo realizado en dicho estudio reveló que, una mosca puede ser capaz de dejar hasta 30 mil colonias bacterianas viables tras caminar sobre una placa estéril durante apenas unos segundos, después de haber estado en contacto con una superficie contaminada.

Entre los hallazgos más inquietantes de esta investigación destaca la detección en el cuerpo de varias moscas salvajes, de la bacteria Helicobacter pylori, la cual es responsable de causar úlceras estomacales y está relacionada con el cáncer gástrico.

Así como de otras bacterias potencialmente peligrosas, como: Escherichia coli, Enterobacter cloacae, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii o Proteus mirabilis, algunas de ellas responsables habituales de infecciones gastrointestinales, urinarias o respiratorias.

¿Por qué las moscas pueden transferir bacterias a la comida?

De acuerdo con los expertos, la clave está en dónde han estado antes estos dípteros. Dado que muchas moscas se alimentan y reproducen en basura, excrementos o materia en descomposición, la variedad bacteriana que transportan refleja los entornos por los que han pasado. Cuando se posan sobre alimentos, ese ecosistema invisible viaja con ellas.

Aun así, la presencia de bacterias no implica necesariamente una infección. Según los investigadores, el riesgo depende de la susceptibilidad del huésped y del tipo de bacteria. En personas sanas, el sistema inmunitario suele neutralizar pequeñas exposiciones sin consecuencias, pero no por ello deja de ser una vía potencial de transmisión que conviene conocer.

¿Cómo fue posible saber esto?

Los investigadores utilizaron técnicas de secuenciación genómica y análisis metagenómico para estudiar a fondo el material genético de 116 moscas. El resultado fue contundente: las patas y las alas son las partes del cuerpo con mayor diversidad microbiana y actúan como auténticas herramientas de dispersión bacteriana.

La transmisión es mecánica, no biológica: la mosca no necesita picar ni excretar para contaminar. Basta con que se pose unos segundos en una superficie para dejar parte de su microbioma, igual que quien pisa barro y lo reparte al caminar. Según el director del estudio, Stephan Schuster, “las moscas recogen bacterias en sus patas, las extienden por sus alas y las dispersan donde se posan”.