Este 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, decretado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de mejorar la calidad de vida tanto de la población infantil como los adultos que sufren esta condición y así poderles brindar una mejor calidad de vida.
¿Qué es el autismo?
Dificultades para relacionarse normalmente con las personas y las situaciones, alteraciones en el lenguaje (ausencia o uso extraño de éste) e insistencia en la invariancia del ambiente, son características de las personas con autismo, un trastorno del neurodesarrollo actualmente llamado del espectro autista, porque incluye una gama de síntomas tan diversa, como las personas que presentan esta condición.
En estos individuos hay dificultades en el lenguaje (marcadas fallas en su forma de hablar, baja producción de palabras y problemas en el lenguaje no verbal); dificultades en las interacciones sociales y una caracterización de pensamientos, conductas o intereses repetitivos o estereotipados.
“Es la manifestación de un desarrollo distinto del sistema nervioso central. Las principales causas pueden ser genéticas, que hacen que el cerebro crezca de forma diferente al habitual y entonces podamos ver la manifestación de síntomas que caracteriza a estas personas”.
Ana Shizue Aoki Morantte, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM
Tratamientos para el autismo
En el Laboratorio de Cognición y Desarrollo de la FP, Aoki Morantte colabora en el desarrollo de la Funcionalización Cognoscitiva, una estrategia que “significa que no entreno sino busco promover las habilidades para que la persona sea funcional en el contexto. No importa si me ve o no a los ojos, pero sí que me responda cuando le pregunto algo”, ejemplifica la académica.
Con más de 10 años proporcionando terapias a un grupo de alrededor de 30 niños con sus familias, a quienes se atiende de forma quincenal, Aoki Morantte ha encontrado mejoras en la integración de estos infantes.
Aoki trabaja con el especialista Felipe Cruz Pérez, quien tiene más de 35 años desarrollando esta estrategia de intervención, la cual tiene como objetivo, mediante la educación, diseñar estrategias adecuadas para cada caso, a fin de que los pacientes se inserten en su entorno sociocultural.
En el Laboratorio de Cognición y Desarrollo trabajan aspectos de funcionalización motora, sensorial, cognoscitiva, comunicativa y socializante. Para ello, implementan un sistema que hace factible analizar los aspectos psicológicos que permitan al niño construir recursos que lo pongan en condiciones de socializar y comunicarse, aunque en ese momento no haya lenguaje verbal, pues éste se puede adquirir posteriormente si las cuestiones neurológicas lo permiten.
En tanto, en el Laboratorio de Neurociencias de la FP, Fructuoso Ayala Guerrero encabeza el proyecto PAPIIT, en el cual estudian el sueño en los pacientes con autismo, quienes tienen trastornos y presentan un sueño fragmentado con ciclos más cortos que los normales. Una mejor calidad del sueño ayuda a reducir la ansiedad.
En el laboratorio se les realiza una valoración neuropsicológica, se les estimula para ver cómo responden sus vías sensoriales y se hace un estudio de conectividad cerebral, que es diferente en este tipo de pacientes, detalla Ayala Guerrero.
“Posteriormente estimulamos su cerebro con una técnica llamada Estimulación Magnética Transcraneal y volvemos a hacer el estudio y esperamos que mejore el sueño. Hacemos valoraciones neuropsicológicas y también esperamos mejoras en la conectividad cerebral y las vías sensoriales”.
Explica Ayala Guerrero
Uno de los principales problemas del autismo es lograr un diagnóstico adecuado, el cual requiere trabajo multi e interdisciplinario, estudios clínicos y de desarrollo, además de evaluaciones psicométricas.