Un equipo de buzos documentales que buscaba los restos de un avión de la Segunda Guerra Mundial en la costa de Florida encontró una gran pieza del transbordador espacial Challenger, que explotó poco después de su lanzamiento en 1986, así lo informó la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).
El hallazgo se dio mientras los buzos estaban explorando el fondo del mar frente a Florida como parte de un documental sobre el Triángulo de las Bermudas, una franja del Océano Atlántico sujeta al mito sobre la llamada desaparición sobrenatural de aviones y barcos.
Después de detectar un objeto grande y claramente moderno cubierto en su mayor parte de arena en el fondo del océano y que tenía las baldosas distintivas del transbordador, el equipo de buzos se puso en contacto con la NASA, según explicó la propia agencia espacial en un comunicado.
Sobre el hallazgo, el administrador de la NASA, Bill Nelson, indicó que “este descubrimiento nos da la oportunidad de hacer una pausa una vez más, para impulsar los legados de los siete pioneros que perdimos y reflexionar sobre cómo nos cambió esta tragedia”.
Nelson dijo que ahora la NASA estaba tratando de determinar si era posible recuperar los restos del Challeger y “qué acciones adicionales puede tomar con respecto al artefacto que honrará adecuadamente el legado de los astronautas caídos del Challenger y las familias que los amaban”.
¿Qué pasó con el Challenger?
El transbordador Challenger estalló convertido en una bola de fuego 73 segundos después de despegar del Centro Espacial Kennedy el 28 de enero de 1986. Los siete miembros de la tripulación murieron, incluida la maestra de escuela Christa McAuliffe.
Las investigaciones posteriores atribuyeron el desastre a los sellos de junta tórica comprometidos en un tanque de combustible externo, empeorado por temperaturas inusualmente frías.
Hasta la fecha, el evento sigue siendo considerado uno de los peores desastres en la historia del programa espacial estadounidense.
Y este descubrimiento marca la primera vez en 25 años que se ha localizado una pieza del Challenger.