Telescopio Webb capta la imagen más impactante, hasta ahora, de la nebulosa “Cabeza de caballo”

Nebulosa Cabeza De Caballo
Detalle de la Nebulosa Cabeza De Caballo captada por el Webb. | Foto: NASA.

El telescopio espacial James Webb capturó las imágenes infrarrojas más detalladas hasta ahora conocidas de la nebulosa “Cabeza de caballo”. Éste es uno de los objetos más majestuosos y reconocibles del cielo nocturno, informó la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA).

Las imágenes muestran la parte superior de la “melena del caballo” o borde de esta icónica nebulosa bajo una luz completamente nueva, capturando la complejidad de la región con una resolución espacial sin precedentes. En ella se revela, por primera vez, las estructuras a pequeña escala del borde de la gigante nube de gas y polvo.

Foto: NASA, ESA, CSA, K. Misselt y A. Abergel.

Esta imagen de la Nebulosa Cabeza de Caballo tomada por el Telescopio Espacial James Webb de la NASA se centra en una porción de la “melena” del caballo que tiene aproximadamente 0,8 años luz de ancho. Fue tomada con la NIRCam (cámara de infrarrojo cercano) de Webb. 

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La nebulosa “Cabeza de caballo” se localiza a unos mil 300 años luz en la constelación de Orión. La icónica “silueta de la cabeza de un caballo” surge de lo que parecen ser olas agitadas de espuma interestelar.

“Un equipo internacional de astrónomos reveló por primera vez las estructuras a pequeña escala del extremo iluminado de la ‘Cabeza de caballo‘”, informó la NASA en un comunicado.

Esta imagen muestra tres vistas de  la Nebulosa Cabeza de Caballo. | Foto: NASA ESA y Hubble Heritage Team

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A medida que la luz ultravioleta evapora la nube de polvo estelar, partículas son arrojadas lejos por el flujo de gas caliente, un proceso que ahora el telescopio Webb ha mostrado en acción.

La nebulosa “Cabeza de caballo” se formó a partir del colapso de una nube interestelar de material y brilla porque está iluminada por una estrella caliente cercana. Las nubes de gas que rodean la nebulosa “Cabeza de caballo” ya se han disipado, pero el pilar que sobresale está hecho de gruesos grupos de material y, por lo tanto, es más difícil de erosionar.

Foto: NASA

Esta imagen de la Nebulosa Cabeza de Caballo tomada por el Telescopio Espacial James Webb de la NASA se centra en una parte de la “melena” del caballo. Fue tomada con el MIRI (Instrumento de infrarrojo medio) de Webb.

Los astrónomos estiman que a “Horsehead” o nebulosa “Cabeza de caballo” le quedan unos cinco millones de años antes de que también se desintegre. La nueva vista de Webb se centra en el borde iluminado de la parte superior de la estructura distintiva de polvo y gas de la nebulosa.

El telescopio James Webb, el observatorio espacial más potente jamás construido, es capaz de detectar luz infrarroja en resoluciones inéditas y de esta forma revela objetos que no pueden ser vistos en los telescopios ópticos.

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