¡Impresionante! Así se ve el Sol desde 20 km: la distancia entre CU y el Zócalo

| 18:29 | Lucía P Castillo | Europa Press
Sol
Foto: U.S. National Science Foundation y AURA.

Una imagen tomada con ayuda del Telescopio Solar Daniel K. Inouye de la National Science Foundation mostró cómo luce la superficie del Sol vista a una distancia de sólo 20 kilómetros, la misma distancia, aproximadamente, que hay entre Ciudad Universitaria y el Zócalo capitalino. Esta es la mayor nitidez jamás alcanzada en astronomía solar.

El resultado es impresionante debido a que es posible ver, por primera vez con tanto detalle, franjas ultraestrechas, brillantes y oscuras, en la fotosfera solar.

Para dimensionar la cercanía a la que fue tomada la imagen, esos 20 kilómetros son aproximadamente la misma distancia que existe entre Ciudad Universitaria, al sur de la Ciudad de México, y el Zócalo, en el centro histórico. La comparación hace aún más impactante la imagen.

“En este trabajo, investigamos la estructura a pequeña escala de la superficie solar por primera vez con una resolución espacial sin precedentes de tan solo unos 20 kilómetros, o la longitud de la isla de Manhattan”, afirma el Dr. David Kuridze, científico del National Solar Observatory, que opera el telescopio.

“Estas estrías son la huella de las variaciones del campo magnético a pequeña escala”, agregó Kuridze, quien es el autor principal del estudio.

Esto ofrece una perspectiva sin precedentes sobre cómo los campos magnéticos configuran la dinámica de la superficie solar a escalas tan pequeñas como 20 kilómetros. De acuerdo con los expertos, el nivel de detalle alcanzado permite vincular claramente estas franjas con las observadas en simulaciones de vanguardia, lo que nos facilita comprender mejor su naturaleza.

¿Qué es lo que se ve en la imagen cercana al Sol?

Las franjas y células de convección solar conocidas como estrías y gránulos, respectivamente son el resultado de láminas de campos magnéticos en forma de cortina que se ondulan y se mueven como una tela ondeando al viento.

A medida que la luz de las paredes de gránulos calientes atraviesa estas “cortinas” magnéticas, la interacción produce un patrón de brillo y oscuridad alternados que rastrea las variaciones en el campo magnético subyacente. Si el campo es más débil en la cortina que en su entorno, aparece oscuro; si es relativamente más intenso, aparece brillante.

El estudio confirma que estas estrías son señales de fluctuaciones magnéticas sutiles pero potentes que alteran la densidad y la opacidad del plasma, desplazando la superficie visible en tan sólo kilómetros.

¿Cómo fue posible saber esto?

Los hallazgos sólo fueron posibles gracias a las capacidades sin precedentes del Telescopio Solar Inouye. El equipo utilizó el instrumento Visible Broadband Imager (VBI) del Inouye, que opera en la banda G, un rango específico de luz visible especialmente útil para estudiar el Sol, ya que resalta las áreas con fuerte actividad magnética, facilitando la visualización de características como las manchas solares y las estructuras a pequeña escala como las del estudio.

Para interpretar sus observaciones, el equipo comparó las imágenes con simulaciones de vanguardia que recrean la física de la superficie solar. La investigación fue publicada en The Astrophysical Journal Letters.

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