“Latigazos hidroclimáticos”: ¿qué son y por qué hay cambios extremos de clima?

| 18:38 | Lucía P Castillo | UNAM
Latigazos Hidroclimaticos
Foto: Shutterstock//Ilustrativa.

La volatilidad climática, que alterna abruptamente entre lluvias intensas y sequías severas, es un claro ejemplo de los llamados “latigazos hidroclimáticos“, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con un estudio elaborado por investigadores estadounidenses y suizos, publicado en la revista especializada Nature en 2024, estos fenómenos han aumentado entre un 31 % y un 66 %, y se prevé que en el futuro afecten especialmente al norte de África, Oriente Medio, el sur de Asia y el norte de Eurasia, así como el Pacífico y el Atlántico tropicales. No obstante, la mayoría de las regiones del planeta también experimentarán estos cambios.

¿Qué son los “latigazos hidroclimáticos”?

Se denomina “latigazo hidroclimático” a “estos cambios bruscos entre extremos opuestos” dijo el doctor Alejandro Jaramillo Moreno, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM. Son “transiciones rápidas entre sequía y exceso de lluvia”, agregó.

Si bien, el ciclo del agua incluye también eventos extremos. A veces hay lluvias intensas e inundaciones; otras veces, sequías prolongadas. Lo nuevo no son los extremos en sí, sino la rapidez con la que se suceden.

Cambio climático aumenta los “latigazos hidroclimáticos”

Según el experto, se trata de un fenómeno cada vez más frecuente en varias partes del mundo que refleja los efectos del cambio climático al intensificar y acortar los ciclos entre extremos opuestos, dificultando la planificación y la respuesta ante desastres naturales.

“Estos “latigazos” han aumentado en frecuencia debido principalmente al calentamiento global: a mayor temperatura, la atmósfera puede retener más vapor de agua, y eso intensifica el ciclo del agua”, comentó Jaramillo Moreno.

“No solo tenemos más extremos, sino que también aumenta la posibilidad de transiciones rápidas entre ellos”.

Alejandro Jaramillo Moreno, investigador del ICAyCC de la UNAM

Además del cambio climático, estos eventos están influenciados por fenómenos como El Niño o la Oscilación Madden-Julian, que afectan tanto al océano como a la atmósfera, intensificando o haciendo más frecuentes los “latigazos” en ciertas regiones.

“Latigazos hidroclimáticos” no son una simple sequía o tormenta

Aunque pueden parecer simples episodios de sequía o tormentas intensas, los “latigazos hidroclimáticos” no se limitan a un solo fenómeno, sino que implican una transición abrupta entre los extremos del ciclo hidrológico.

“Una sequía o una tormenta aislada ocurren por sí solas y no implican necesariamente ese salto al extremo contrario. Los ‘latigazos’ son más complejos y pueden tener impactos más graves, porque la rapidez del cambio toma por sorpresa a la sociedad”, indicó el académico de la UNAM.

La infraestructura actual no soportará los “latigazos”

El experto asegura que la infraestructura actual fue diseñada para un clima más predecible, no para cambios tan bruscos como los que hoy enfrentamos. Las presas, los sistemas de drenaje y las alertas tempranas ya no son suficientes.

“Lo más importante es aprender a adaptarnos con flexibilidad, porque ya no podemos seguir tratando sequías y lluvias intensas como problemas aislados”, indicó.

Por ello, Jaramillo Moreno aseguró que se necesitan nuevas estrategias de gestión, más dinámicas y capaces de responder a ambos extremos al mismo tiempo.

Una de éstas es tener una buena gestión del agua, la cual juega un papel crucial.

“Los sistemas de gestión deben ser más flexibles y adaptarse rápido a los cambios del clima. Canalizar demasiado un río puede evitar una inundación puntual, pero también impide que el agua recargue los acuíferos, dejándonos más vulnerables a futuras sequías”, señaló el investigador.

“La clave está en una gestión integral e informada, basada en ciencia, pronósticos climáticos y soluciones naturales”, concluyó el universitario.

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