Lobo gigante no “revivió”, son lobos grises genéticamente modificados, reviran científicos

| 19:00 | Alberto Estrada | EFE
Colossal Biosciences dijo que había revivido al lobo gigante. Foto: Shutterstock

La empresa Colossal Biosciences aseguró haber logrado la “desextinción” del lobo gigante, una especie extinta hace 10 mil años y popularizada por la serie “Game of Thrones“.

Sin embargo, científicos consultados por la agencia EFE advirtieron que lo conseguido no constituye un verdadero regreso de esta especie, sino la creación de lobos grises modificados genéticamente para parecerse a los antiguos lobos gigantes.

ADN antiguo, embriones editados y cachorros modificados

Según explicó Colossal, los cachorros, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron desarrollados a partir de embriones creados con células de lobos grises a las que se les editaron 20 genes utilizando ADN antiguo obtenido de fósiles de entre 11,500 y 72,000 años de antigüedad.

TE PUEDE INTERESAR: Científicos “reviven” al lobo gigante, animal que inspiró la serie “Game of Thrones”

Después estos embriones fueron implantados en perras que gestaron a los animales nacidos en octubre de 2024. Actualmente, los ejemplares viven en una reserva ecológica secreta certificada por la American Humane Society.

Expertos: no es desextinción, es ingeniería genética

A pesar del anuncio, expertos en genética y paleogenética consultados por EFE subrayan que este experimento no puede considerarse una verdadera desextinción.

“No se puede hablar de desextinción, sino de lobos modificados genéticamente”, afirmó el paleogenetista español Carles Lalueza-Fox, del Instituto de Biología Evolutiva (IBE).

El científico explicó que, al no haberse publicado el genoma completo del lobo gigante, se desconoce cuántos genes realmente lo diferenciaban del lobo gris moderno.

Dada la distancia evolutiva entre ambas especies, unos 4 o 5 millones de años, podrían existir miles de diferencias genéticas, mientras que Colossal solo editó genes relacionados con el aspecto externo.

Híbridos, no resucitados: los límites de la genética

El genetista Lluís Montoliu, del Centro Nacional de Biotecnología de Madrid, sostuvo que Colossal creó un animal que “se parece al lobo gigante, pero no lo es. No tiene todo su genoma”.

En tanto, el paleogenetista Espic Rawlence, director del Laboratorio de Paleogenética de Otago (Nueva Zelanda), recordó que para desextinguir una especie sería necesario clonarla completamente, algo imposible debido a que el ADN antiguo no se conserva en estado suficiente para permitir ese proceso. “Lo que Colossal ha producido es un híbrido, no un lobo gigante reintroducido”, sentenció.

TE PUEDE INTERESAR: No sólo el lobo gigante, 6 animales que podrían volver de la extinción: ¿también los dinosaurios?

Además del debate científico, persiste la pregunta sobre la motivación detrás de estos experimentos. “¿Para qué quieren hacer esto? ¿Queremos hacer un zoológico de criaturas imposibles?”, se preguntó Montoliu en declaraciones a EFE.

Aunque Colossal argumenta que su trabajo podría tener beneficios como combatir el cambio climático o contribuir a la conservación genética, los expertos consultados coinciden en que los verdaderos objetivos y aplicaciones siguen sin estar claros.

Avances tecnológicos, dilemas éticos

Esta no es la primera vez que Colossal genera controversia. Hace apenas un mes, la empresa presentó ratones con pelo de mamut, también desarrollados mediante edición genética, lo que avivó el debate sobre los límites éticos y científicos de la ingeniería genética aplicada a especies extintas.

A pesar de las críticas, los avances técnicos de Colossal en edición genética son reconocidos por la comunidad científica.

Según Lalueza-Fox, si efectivamente lograron modificar 20 posiciones genéticas en 14 genes con éxito, se abre una vía potencialmente útil para reforzar la resiliencia de especies en peligro.

Sin embargo, muchos científicos, como Rawlence y Philip Seddon, especialista en bioética de la Universidad de Otago, coinciden en que estas tecnologías deberían aplicarse para conservar lo que aún existe, no para intentar recrear lo que ya se perdió.