Megalodón podía devorar orcas enteras, según nuevo modelo 3D del depredador

El megalodón vivió hace más de 23 millones de años y se extinguió hace 3.6 millones de años. Foto: J. J. Giraldo.

El megalodón reinó los océanos de la Tierra hace millones de años siendo el mayor depredador marino, y con los restos fósiles que se tienen del animal, investigadores realizaron el primer modelo 3D de cómo se habría visto, así como el tamaño que tenía, capaz de comerse sin problema a una orca de la actualidad, y que alcanzaba velocidades superiores a las de un tiburón blanco.

Los estudios que se le realizaron a varios fósiles del megalodón que dieron pie al modelo 3D, que abarcan dientes y columna vertebral y recopilados a través de los años, fueron publicados en Science Advances.

Con los fósiles recolectados del megalodón, se obtuvo más información sobre cómo era este gran depredador transoceánico. Foto: Science Advances.

Nuevos datos sobre el megalodón

La nueva investigación sobre el megalodón dieron muestra de que podía devorar en tan sólo cinco bocados presas enteras del tamaño de los principales depredadores de la actualidad, como las grandes orcas de 8 metros que aterrorizan al gran tiburón blanco.

“Nuestros resultados sugieren que el megalodón desempeñó un papel ecológico importante como superdepredador transoceánico”, informó un equipo de investigadores dirigido por el paleobiólogo Jack Cooper de la Universidad de Swansea en el Reino Unido y cuyo artículo fue publicado en Science Advances.

También el estudio sugiere que la velocidad del megalodón era de más de 5 kilómetros por hora, en comparación con los 3 kilómetros por hora de los tiburones blancos.

El megalodón belga, cuya columna vertebral fue tomada para el modelo 3D, resalta que éste podría haber medido alrededor de 16 metros de largo; otras vértebras sugieren que podría crecer hasta 20 metros de largo.

La boca del megalodón belga habría podido abrirse 1.8 metros y tenía una capacidad estomacal de alrededor de 9.6 metros cúbicos; dicho modelo 3D podría ser el más preciso que se tiene hasta la fecha de este gran pez.

También se descubrió que su extinción probablemente tuvo un gran impacto en la transferencia global de nutrientes y las redes alimentarias tróficas.

“La extinción de este icónico tiburón gigante probablemente afectó el transporte global de nutrientes y liberó a los grandes cetáceos de una fuerte presión depredadora”, señaló la paleobióloga Catalina Pimiento de la Universidad de Zúrich en Suiza.

Etiquetas:

Qué opinas