Descubren un mundo perdido bajo el mar: tiene 140 mil años y restos de una especie humana extinta

| 12:45 | Alfredo Narváez | Agencias
Bestias gigantes y restos antiguos en este mundo perdido
Bestias y restos antiguos en este mundo perdido – Foto: Getty Images (Ilustrativa)

Bajo las aguas del estrecho de Madura, entre Java y Madura, Indonesia, yace un mundo perdido, un valle prehistórico que fue hogar de gigantes, ríos caudalosos e, incluso, se han encontrado restos de antiguos humanos. Ahora, gracias a un proyecto de construcción portuaria frente a la isla de Java, ese pasado acaba de emerger.

Entre 6 mil 372 fósiles extraídos del lecho marino, aparecieron restos de un Homo erectus, ancestro lejano de los seres humanos, en un descubrimiento que tiene el potencial de reescribir lo que sabemos sobre la evolución humana en el sudeste asiático, según cuatro estudios publicados en la revista Quaternary Environments and Human.

¡Un estudio que encuentra un mundo perdido!

Durante un dragado masivo realizado entre 2014 y 2015 para construir una isla artificial de 100 hectáreas cerca de Surabaya, se utilizaron barcos especiales para remover más de 5 millones de metros cúbicos de arena y arenisca.

Este procedimiento, aunque controvertido por su impacto ambiental, dio acceso a fósiles nunca antes vistos, incluyendo tortugas, hipopótamos, bestias del tamaño de elefantes, e incluso dragones de Komodo.

Pero el hallazgo más impactante fue un fragmento de cráneo de Homo Erectus que yacía oculto desde hace más de 100 mil años.

Un ancestro en un paisaje sumergido

Los hallazgos del estudio han llevado a los investigadores a imaginar a estos “antiguos humanos” caminando por llanuras llenas de vida, cazando presas grandes como bóvidos y tortugas con herramientas rudimentarias.

Algunas marcas de corte encontradas en los huesos animales demuestran que estos antiguos humanos no sólo sobrevivían, sino que cazaban con estrategias avanzadas, posiblemente aprendidas de otros humanos más modernos, como los denisovanos o neandertales.

Esto sugiere una posible interacción o “intercambio cultural” que hasta ahora se creía improbable.

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Este entorno, conocido como la Sonda sumergida, fue un vasto paisaje conectado con el continente asiático durante la última glaciación.

A través de estos fósiles, se devela un momento detenido en el tiempo: un lugar donde peces, tortugas, tiburones de río y bestias gigantescas coexistían con uno de una de las especies humanas más antiguas que existieron.

El H. erectus habitó esta región durante más de un millón de años y, según los investigadores, pudo haber sobrevivido en Java hasta hace tan sólo 108 mil años.

Un sueño hecho realidad y un nuevo capítulo evolutivo

Harold Berghuis, un investigador de la Universidad de Leiden, Países Bajos, se convirtió en testigo directo de este encuentro con el pasado.

Después de semanas buscando fósiles entre montones de sedimento, fue en su último día, al atardecer, cuando encontró lo que parecía un fragmento de cráneo con una prominente cresta superciliar.

“Ya estaba anocheciendo y me senté a disfrutar del atardecer. Y entonces, justo a mi lado, yacía este fósil que me recordó tanto al único neandertal holandés. Es un fósil muy conocido en mi país, extraído del Mar del Norte”, dijo al portal Live Science.

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Comparado con un neandertal neerlandés muy conocido, este fósil reveló una conexión evolutiva profunda. Más tarde, otro fragmento confirmó la presencia de un segundo individuo, más joven.

Estos hallazgos son apenas la punta del iceberg. Los estudios abren nuevas preguntas sobre cómo diferentes especies humanas coexistieron e interactuaron en Asia.

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