La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) anunció este martes que planea lanzar en noviembre de 2024 la misión espacial Artemisa II, que planea llevar una tripulación de astronautas a la Luna por primera vez desde 1972.
Esto, debido al éxito de la misión Artemisa I, que concluyó en diciembre tras poco más de 25 días en el espacio.
La cápsula Orión que sobrevoló sin ocupantes para su primer vuelo de ensayo, fue propulsada por el nuevo cohete SLS, el más potente del mundo, y fue puesta en órbita alrededor de la Luna, antes de volver a la Tierra.
Hasta ahora, el análisis detallado de esta misión continúa, dijo en rueda de prensa el administrador asociado a la NASA, Jim Free, pero las primeras evaluaciones permiten un posible despegue de la segunda misión Artemisa hacia “finales de noviembre de 2024”, agregó el responsable.
Para dicho viaje, se prevé que la NASA anuncie este año, quiénes serán los cuatro tripulantes de Artemisa II, entre ellos un canadiense, quienes irán alrededor del satélite sin aterrizar en una misión de unos diez días.
“Estamos en la búsqueda de esa tripulación de Artemisa II. Por el momento no hay nada que nos detenga luego de lo que aprendimos con Artemisa I“, añadió Free.
De acuerdo con los planes de la NASA; después de la misión Artemisa II, vendrá la misión Artemisa III, programada para alrededor de 12 meses después, en la que los astronautas deberán aterrizar en el polo sur de la Luna y que oficialmente sigue prevista para 2025, aunque es un calendario incierto.
“Nuestro plan siempre ha sido de 12 meses, pero hay desarrollos importantes que deben hacerse, ya que “precisamos de un alunizador” y también “necesitaremos de nuestros trajes” espaciales para la exploración de la superficie, advirtió Free al respecto.
Y es que, el alunizador será una versión de la nave Starship de SpaceX, pero su primer vuelo orbital aún no se ha realizado; mientras que los trajes espaciales aún están en desarrollo por parte de la empresa Axiom Space.
El objetivo de la NASA es el de establecer una presencia permanente en la Luna con la construcción de una base y de una estación espacial orbitando el satélite, pues, aprender a vivir sobre la Luna debe permitir ensayar las tecnologías necesarias para un viaje aún más largo como la ida y vuelta de una tripulación a Marte.
