Llorar es bueno, conoce cuáles son las funciones del llanto

Llorar no tiene nada de malo, por el contrario, este proceso que se lleva a cabo en el cerebro tiene una serie beneficios para las personas. En Unotv.com te decimos cuáles son las funciones que tiene el llanto.

Funciones del llanto

Entre las funciones que tiene el llanto, están el generar empatía y eliminar el estrés, aseguró Eduardo Calixto, académico de las facultades de Medicina y Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo existen muchas más, algunas de ellas son:

  • Llorar generar empatía

El llanto es un proceso cerebral cuya función es empatar socialmente a los seres humanos, ya que al ver llorar a una persona, se activan las neuronas espejo y se incrementa la frecuencia de su activación, generando oxitocina, un neurotransmisor que aumenta el sentimiento de empatía con la persona que llora, aseguró Calixto.

Además, al llorar las personas indican claramente que tienen una vulnerabilidad, y por ende, que no está en la misma “proporción conductual” con quien interactúa en el momento del llanto.

  • El llanto incrementa el metabolismo cerebral

Durante el llanto “se incrementa el metabolismo cerebral, debido a que al llorar el porcentaje de sangre en el cerebro aumenta”.

De acuerdo con el experto, “normalmente el cerebro recibe un litro de sangre por minuto, es decir, aproximadamente el 20% de toda la sangre que el corazón bombea al cuerpo. Sin embargo, con el llanto ese porcentaje de sangre es de un 25%”.

“No hay ninguna otra emoción que incremente ese flujo de sangre de percusión y de gasto energético. Con el llanto aumenta la frecuencia respiratoria para oxigenar al cerebro, que busca así cansarse”, aseguró el académico.

Esto ocurre porque al experimentar dolor físico o moral asociado al llanto se activan aproximadamente 20 áreas cerebrales: cognitivas, de memoria y aprendizaje, de emociones y de interpretación, para la valoración específica de lo que nos hace llorar.

“Si no hubiera llanto en el ser humano”, indicó el experto, “tendríamos que correr cuatro o cinco kilómetros para tranquilizarnos”.

Las mujeres sí lloran más que los hombres debido a una cuestión hormonal. | Foto: Internet.
  • Llorar acaba con la tristeza

Contrario a lo que pareciera, “la tristeza acompañada del llanto es una de las emociones que más rápido se autolimitan”, ya que según el investigador, “una persona no puede llorar más de 15 minutos, porque el cerebro necesita cansarse”.

“Al terminar de llorar, el cerebro libera endorfinas, uno de los neurotransmisores que más nos tranquilizan y que, al mismo tiempo, generan la sensación de beneplácito, de esperanza y fe”, dijo Calixto.

  • Da hambre

Llorar da hambre, debido al incremento del metabolismo cerebral, el cual libera orexinas y provoca que las personas sientan hambre.

  • Nos humaniza

Cuando lloramos “buscamos el reflejo de la tristeza en otras personas”, por eso, “ver llorar a alguien, puede disminuir en el otro, una actitud grosera o violenta e incluso modificar la manera como habla”.

En el caso de las personas que ven llorar a otro y no cambian su actitud ante las lágrimas, es posible que éstas tengan un trastorno de personalidad, dijo Calixto, quien también tiene un posdoctorado en neurofisiología por la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.

  • Evita infecciones oculares y eleva la inmunoglobulina

Debido a que se puede llorar de felicidad, el experto señaló que es posible que aquellas personas que lloran al reír, tienen una menor probabilidad de infecciones a nivel ocular, pero también una mayor expresión de inmunoglobulina A en sus lágrimas y saliva.

¿Por qué lloramos?

El experto señala que la función primaria del llanto en los individuos es por incomodidad y hambre, frío o dolor; luego, eventual y gradualmente, el acto de llorar es generado por estímulos más sofisticados, los cuales están asociados a la educación y a procesos sociales, que en algunas culturas son muy significativos, como la culpa o la vergüenza y en otras, su aprendizaje modifica gradualmente la capacidad de liberar estas lágrimas.

La interpretación de esos estímulos que detonan el llanto indica que al cerebro no le gusta tener miedo, irritabilidad o tristeza.

“Con el llanto el cerebro mitiga el sentimiento, detonante o proceso que genera dolor moral o físico que nos hace lagrimear”, indicó Calixto.

“Si no lloráramos, tal vez viviríamos menos, seríamos más propensos a tener estrés y tendríamos más probabilidad de demencias. Llorar nos humaniza. Si lloráramos más, seríamos mejores seres humanos”.

¿Qué pasa cuando lloramos?

Físicamente, al llorar se involucran tres áreas cerebrales: la amígdala cerebral, el hipotálamo y el giro del cíngulo en la corteza cerebral.

Las lágrimas son uno de los marcadores para saber si estamos hidratados. Su función es humidificar, disminuir la probabilidad de infección en el ojo.

Las lágrimas contienen gran cantidad de mucina, bicarbonato e inmunoglobulina A, que nos ayudan a controlar la actividad bacteriana y a mantener la lubricación. Su pH oscila entre seis y siete, muy cercano a condiciones fisiológicas para nulificar el crecimiento de bacterias.

  • Un ser humano puede producir entre 25 y 50ml de lágrimas, según la edad, estado de hidratación y motivación del llanto.

¿Todos lloramos?

De acuerdo con el académico, en la naturaleza, los seres humanos no son la única especie que llora, pero si los que más rápido detectan la emoción y la comparten, además de ser la única especie que saca ventaja del llanto.

“Sin ser la única especie que llora, si somos la única que interpretamos el llanto, lo copiamos y le sacamos ventaja porque socialmente nos vulnerabiliza, nos cansa y nos hace sentir mejor”.

Además, el académico señaló que las mujeres lloran más que los hombres, debido a factores hormonales, más que culturales.

“A mayor testosterona, menos probabilidad de llanto. Por eso los hombres tendemos menos a llorar.  Aunque conforme disminuyen los niveles de testosterona a lo largo de la vida, el hombre llora con mayor frecuencia”.

“No debes llorar”

El investigador señala que si entre los siete y los 14 años, se estigmatiza socialmente que el llanto es inadecuado, es posible que esa persona, al no llorar tenga niveles de estrés más altos y por tanto, sea más agresiva y tenga trastornos de personalidad.

Esto se debe a que en ese rango de edad, se reorganizan las conexiones de estructuras cerebrales claves en la generación de emociones: amígdala cerebral, hipotálamo y giro del cíngulo.

“Si alguien quiere llorar y no puede, significa que algo pasó en ese lapso de los siete a los 14 años que es causa de un trastorno psiquiátrico que requiere atención profesional”, dijo Calixto.

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