¿Qué significan los besos que te da tu pareja?, experto de la UNAM lo explica

Los besos se pueden dar en las mejillas, los párpados, para expresar cariño y una emoción positiva. Sin embargo, no todos los besos son iguales y no todos significan los mismo. Un especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó qué significan los distintos besos que existen y cuáles son las reglas para hacerlo correctamente.
¿Qué significan los besos?
De acuerdo con el profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, Manuel González Oscoy, hay ciertas categorías o normas para besar y eso incluye la parte del cuerpo en que se hace. Por ejemplo:
- Beso en la frente o entrecejo

Besar a una persona en la frente o el entrecejo puede significar compañía, protección. Según el experto este tipo de roce “implican un cariño fuerte como pueden ser por los papás”.
- Beso en la boca o nariz

Un beso en la boca o nariz, incluso en las zonas cercanas a estas dos partes del rostro significa erotismo, ya que según González Oscoy, este tipo de besos “se vuelve una cuestión más íntima que puede preceder al deseo”.
- Besos de lengua

Este beso es aquel en el que hay intercambio de fluidos como la saliva y significa que existe una relación erótica entre ambas personas. Además, en este tipo de besos se lleva a cabo una comparación de sistemas inmunes de manera inconsciente.
- Besos erógenos

Los besos erógenos son aquellos que pueden darse en distintas partes del cuerpo, sobre todo en aquellas donde la piel se vuelve más sensible a la exitación sexual.
¿Por qué hay besos que no nos gustan?
El especialista en psicología explicó que cuando los sistemas inmunes son muy similares o muy distintos se provoca rechazo. Esto es a lo que las personas se refieren cuando dice que “desde el beso no hay ‘click’, no se despierta interés”.
¿Qué pasa en el cerebro cuando besamos?
González Oscoy aseguró que en los besos intervienen cuestiones químicas y fisiológicas. Por ejemplo, aumenta la producción de neurotransmisores como la dopamina relacionada con el placer, al igual que de serotonina.
“La dopamina provoca el placer del momento y la serotonina, la sensación de bienestar posterior. Me siento bien una vez que acabó”, dijo.
Además, incrementa la oxitocina que es el neuroquímico del vínculo. “Aparece prácticamente desde el nacimiento, antes se consideraba que era el instinto maternal, pero en realidad este es el vínculo, en general. Entonces, uno empieza a sentir apego hacia la otra persona”, puntualizó.
Al intercambiar saliva también hay cambio de testosterona, que es el neuroquímico del deseo sexual. “Con estas ayudas químicas el beso se erotiza, buscando un fin biológico: la reproducción. Previo está la atracción, la seducción y, posteriormente, el erotismo y la relación fija de pareja, la monogamia”.