¿Qué relación hay entre el sismo del 19S y el Popocatépetl? UNAM responde

El mismo día del sismo, se alertó sobre la caída de ceniza. Foto: Cuartoscuro

Luego del sismo de este 19 de septiembre, la población mostró su preocupación, a través de las redes sociales, ante la probabilidad de que el movimiento telúrico influyera en el Popocatépetl. Sin embargo, expertos de la UNAM explicaron que es poco probable que el reciente sismo en Michoacán incremente su acción y destacaron que el volcán está en un periodo bajo de actividad.

Sergio Raúl Rodríguez Elizarrarás, del Instituto de Geología, y el vulcanólogo Robin André Campion, del Instituto de Geofísica (IGEF), destacaron que las emisiones del volcán se registran dentro los parámetros habituales reportados diariamente por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).

Rodríguez Elizarrarás detalló que aunque no todos los días se producen sismos como el del 19 de septiembre, el comportamiento del Popocatépetl ha sido regular, y el reporte de una posible caída de ceniza en algunas alcaldías de la Ciudad de México, no tuvo relación directa con el temblor.

“Esto ocurre con bastante frecuencia porque está regulado por la dirección del viento predominante, en este caso, el viento que hace que vengan las cenizas a la Ciudad de México va hacia el Noroeste, algo común en esta temporada veraniega; en época invernal los vientos van hacia el Este, y la ciudad de Puebla es la más afectada por estos fenómenos”.

Sergio Raúl Rodríguez Elizarrarás

El doctor en Ciencias consideró que la preocupación de la población se derivó de las coincidencias por registrar un sismo, en un día 19, luego de un simulacro, y aunque no siempre hay este tipo de coincidencias, influye en el ánimo de las personas.

¿Qué relación existe entonces entre los sismos y el Popocatépetl?

Desde hace tiempo Servando de la Cruz Reyna, investigador del IGEF, sugirió la existencia de una relación entre sismos de gran magnitud con el comportamiento del volcán Popocatépetl, por lo que Robin Campion colaboró con Thomas Boulesteix en esta teoría y propusieron un índice que revisa factores como la distancia, el tamaño de la falla, las emisiones de gases y la producción de ceniza, el cual fue publicado en agosto pasado en el Bulletin of Volcanology.

El experto en monitoreo de gases volcánico agregó que el principal factor se calcula como el cociente entre la distancia del epicentro y la raíz cuadrada de la superficie de la falla que genera el sismo, propuesta en la que aquellas cifras mayores a 10 no tienen influencia en la actividad del coloso, pero aquellas más cercanas al cero sí.

  • Es decir, en el caso del movimiento telúrico originado en Michoacán, que se generó a más de 700 kilómetros del Popocatépetl y tuvo una magnitud de 7.7, el resultado obtenido es de aproximadamente 9, por lo que no es muy probable que influya en la actividad, explicó el experto del IGEF.

Esto podría observarse en las próximas semanas, debido a que la correlación entre el sismo y la actividad del Popocatépetl no es inmediata, aclaró el investigador.

“El valor del parámetro que hemos propuesto para ver si un sismo puede o no influenciar la actividad del volcán es marginalmente favorable para que este sismo (19/09/2022) pueda aumentar la actividad del volcán; habría sido más categórico si el sismo hubiera sido mayor o más cercano”, explicó Campion.

Para ejemplificar cómo ha sido la influencia sísmica en la actividad del coloso, Campion y su equipo revisaron los registros de sismos en los últimos 26 años, información que fue comparada con la actividad del volcán y, según los datos, el de 2017 (cuyo epicentro fue en Chiautla de Tapia, Puebla) alcanzó un valor de 4 en cuanto a su influencia en el coloso; mientras que el de 1985 (también con epicentro en Michoacán) alcanzó una valoración de 2.3.

A lo anterior se debe sumar que la actividad del Popocatépetl está más determinada por su estado magmático, es decir, si tiene magma recién inyectado (pues lo hace mucho más activo con emisiones constantes de lava y ceniza), pero en la actualidad todos los monitoreos realizados indican que la alimentación magmática de Don Goyo es baja y esto reduce aún más la posibilidad de que el último gran sismo tenga alguna influencia en su actividad, apuntó.

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