SpaceX lanza con éxito el cohete Starship, pero pierde el control antes de amerizar en su último vuelo de prueba
SpaceX, la empresa aeroespacial del multimillonario Elon Musk, lo volvió a hacer. Y es que, este martes 27 de mayo, realizó con éxito un nuevo lanzamiento de prueba de su megacohete Starship. Sin embargo, los últimos reportes informan que la etapa superior del cohete Starship de SpaceX sufrió fugas de combustible y perdió el control.
El nuevo lanzamiento del cohete de SpaceX se llevó a cabo este día en las instalaciones de Starbase ubicadas en Texas, a las 17:36 horas del centro de México. Para este martes, la administración estuvo en coordinación directa con el Reino Unido, las Islas Turcas y Caicos (bajo control británico), las Bahamas, México y Cuba.
¿Qué pasó con el nuevo lanzamiento de SpaceX?
En este noveno vuelo de prueba la compañía logró el lanzamiento después de dos fracasos, uno en enero y uno en marzo, los cuales provocaron espectaculares explosiones y lluvias de escombros sobre el Caribe.
Inicialmente, los primeros reportes informaron que la empresa aeroespacial de Musk había logrado el lanzamiento de prueba de forma exitosa, al reutilizar el cohete que ya había volado y había sido recuperado, lo que suponía un paso más hacia el objetivo de reutilizar completamente el cohete.
Pero aproximadamente una hora después del lanzamiento, se dio a conocer que la etapa superior del cohete Starship de SpaceX sufrió fugas de combustible y perdió el control, lo que hizo que diera vueltas, según informó un locutor durante la transmisión en vivo de su última prueba el martes.
Por lo que, en vista de que la misión de control ya no puede mantener el rumbo, lo más probable es que la nave arda en llamas antes de amerizar en el océano Índico, afirmó Dan Huot, de SpaceX.
El fracaso de los lanzamientos de SpaceX
Los más recientes lanzamientos de SpaceX han sido un fracaso. En las dos ocasiones previas al lanzamiento de este martes, la primera etapa del cohete, que propulsa toda la nave, consiguió regresar a la plataforma de lanzamiento y volvió a ser capturada por unos brazos mecánicos, una maniobra espectacular que sólo SpaceX domina.
Pero la enorme nave explotó en el aire en ambas ocasiones, obligando a las autoridades a desviar las trayectorias de algunos aviones o a retrasar los despegues. También se ordenó la suspensión de los vuelos prueba de Starship y la investigación de los incidentes.
No obstante, SpaceX apuesta a que su intensa estrategia de pruebas, que convirtió a la compañía en líder de los vuelos espaciales comerciales, dará sus frutos nuevamente. En todo caso, reconoció en un comunicado que el progreso “no siempre será a pasos agigantados”.
Las críticas al Gobierno de EE. UU.
De hecho, cuatro de los ocho vuelos de prueba anteriores de Starship terminaron en explosiones, deliberadas o no. En 2023, varias asociaciones presentaron una denuncia contra las autoridades estadounidenses, acusándolas de haber evaluado incorrectamente el impacto medioambiental.
Pese a las críticas, la Administración Federal de Aviación (FAA) aprobó a inicios de mayo el aumento de los lanzamientos anuales del cohete de cinco a 25 desde su base en Texas, tras una larga revisión ambiental.
El anuncio, sin embargo, se produjo en un momento en el que los estrechos vínculos de Elon Musk con el presidente estadounidense Donald Trump han suscitado preocupación por posibles injerencias en las autoridades reguladoras.
Starship, de 123 metros, es el cohete más grande y potente del mundo, y es clave en la ambición de Musk de colonizar Marte algún día.
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