Barranca del Muerto “esconde un secreto”: descubren falla geológica en la zona
La falla geológica de Barranca del Muerto, ubicada en la zona occidental de la Ciudad de México (CDMX) se ha puesto en el centro de atención de los habitantes de la capital mexicana.
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La falla geológica de Barranca del Muerto no está sola
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que combinó el análisis de datos de microsismicidad, imágenes satelitales InSAR y estudios geomorfológicos, revela cómo es que influye en la actividad sísmica prolongada en la región.
Esta fractura en el subsuelo de la CDMX no está sola, es una de las dos estructuras principales identificadas en el área, junto a la falla Mixcoac, que se extienden de forma paralela y con orientación este-oeste.
Según los hallazgos, durante la crisis sísmica que inició en febrero de 2023, se registraron eventos de magnitud moderada, siendo el sismo principal del 11 de mayo de 2023, ocurrido a menos de 700 metros de profundidad.
El 95% del deslizamiento registrado en la falla Barranca del Muerto fue aseísmico, es decir, ocurrió de forma lenta y sin generar un sismo fuerte de inmediato, comenzándose al menos seis días antes del evento principal.
Este deslizamiento lento, conocido como slow-slip, provoca una redistribución de las tensiones en la corteza terrestre. Al acumularse en zonas más inestables, se facilita la aparición de micromovimientos que se agrupan en lo que se conoce como enjambres sísmicos.
¿Influye en la actividad tectónica capitalina?
La falla geológica de Barranca del Muerto, enterrada bajo sedimentos saturados de agua, representa una región estable que, a pesar de su movimiento casi imperceptible, ejerce una influencia significativa en la sismicidad de la ciudad.
- Por otro lado, en áreas donde la falla se expresa geomorfológicamente—como en relieves y acantilados de la zona occidental—se observa una mayor radiación sísmica.
El estudio también destaca la importancia de la interacción entre las fracturas en el subsuelo de la CDMX. La actividad lenta en la Barranca del Muerto genera cambios en el campo de tensiones que, a su vez, pueden influir en el comportamiento de la falla Mixcoac.
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Esta interacción de procesos aseísmicos y sísmicos es clave para entender por qué la Ciudad de México, asentada sobre antiguos lechos lacustres, experimenta una prolongada actividad sísmica, la cual puede desencadenar eventos que ponen en riesgo la infraestructura y la seguridad de sus habitantes.
En conclusión, la falla geológica de Barranca del Muerto se presenta como un actor fundamental en el entramado tectónico de la región, demostrando que, aunque gran parte de su movimiento sea lento y silencioso, su capacidad para inducir tensiones y desencadenar micromovimientos es decisiva para la dinámica sísmica en el centro del país.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de un monitoreo continuo y de estrategias de mitigación que consideren tanto los eventos sísmicos como los procesos de deslizamiento aseísmico.
