¿Jesús le lavó los pies a Judas Iscariote? La enseñanza detrás del gesto más profundo del Jueves Santo
Durante la Semana Santa se conmemoran eventos en días específicos que, para miles de católicos, resultan en una enseñanza de lo que Jesús predicó a lo largo de su vida junto a sus apóstoles como Pedro o Judas Iscariote. En Jueves Santo fue el lavatorio de pies.
Una de esas acciones se recuerda durante el Jueves Santo con el lavatorio de pies, acto de humildad por parte de Jesús al limpiar a sus apóstoles, incluido Judas Iscariote, quien, según las escrituras, habría traicionado a Cristo horas más tarde.
¿Jesús le lavó los pies a Judas Iscariote?
Según el Evangelio, cuando Jesús, supo que su tiempo había llegado, decidió lavar los pies de sus discípulos, un acto que, en aquel momento, solamente era realizado por siervos.
De rodillas, Jesús pasó uno a uno con sus discípulos para lavarles los pies, durante lo que hoy conocemos como Jueves Santo. Los pies de los 12 hombres cercanos a Jesús vieron sus pies limpios, pues Cristo no hizo diferencia con Judas Iscariote pese a conocer que él sería el encargado de traicionarlo y venderlo por 30 monedas de plata.
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A decir de algunos teólogos, que Jesús se postrara ante Judas y le lavara los pies, se interpreta como un último intento de ofrecerle a Iscariote la oportunidad de arrepentirse. Se cree que fue una manera de mostrarle gracia y misericordia, incluso sabiendo lo que Judas iba a hacer.
La acción refleja la invitación de Jesús a todos, incluso a aquellos que lo rechazan, a ser transformados por su amor y gracia.
Las enseñanzas de Jesús al lavarle los pies a Judas
Entre la comunidad católica, que Jesús lavara los pies de Judas Iscariote deja varias enseñanzas. Por ejemplo:
Amor Incondicional: Jesús no hace distinción entre sus discípulos. Sabe que Judas lo traicionará, pero aun así le lava los pies. Este acto de servicio muestra un amor que no depende de la respuesta o fidelidad de la otra persona, sino de un amor incondicional, que es uno de los principios fundamentales del cristianismo.
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Humildad y servicio: Jesús, al asumir el rol de servidor, desafía la idea de poder y estatus. En vez de buscar ser servido, él elige servir. En su enseñanza posterior, les dice a los discípulos que deben seguir su ejemplo y servir a los demás con humildad.
Llamado al perdón: con este gesto también puede verse como un recordatorio de que el perdón es parte esencial del amor cristiano. Jesús estaba dispuesto a servir incluso a quien iba a traicionarlo, mostrando así que el perdón no tiene límites.
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Transformación espiritual: Jesús les dice a sus discípulos que el lavar los pies no solo es un acto físico, sino un acto simbólico de purificación espiritual. En ese contexto, el gesto señala la necesidad de limpieza interior y renovación que viene con la aceptación de su sacrificio.
Con el paso de los años, los representantes de la iglesia católica conmemoran el lavatorio de Cristo a sus discípulos con otras personas, por ejemplo, con algunos presos.
