A propósito de la Revolución Mexicana, en Unotv.com te hemos dicho quiénes eran y qué hacían las Adelitas, aunque a decir de los expertos, el papel de las mujeres no sólo se limitó a acompañar a los rebeldes, sino que también desempeñaron un rol importante en la revuelta, no nada más como acompañantes sino como protagonistas.
El Diccionario Histórico y Biográfico de la Revolución Mexicana, publicado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), recopiló 2 mil biografías de mujeres que participaron en la Revolución Mexicana.
Acá te presentamos sólo 5 tipos de roles que desempeñaron y con los que rompieron esquemas.
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5 roles de las mujeres durante la Revolución Mexicana
Si bien muchos tienen la idea de que las mujeres desempeñaron un rol secundario o labores de logística, hubo papeles en los que destacaron y que en los últimos tiempos, gracias a lo que documentan historiadores e investigadores, empieza a reconocerse.
Enfermeras que sanan heridas
La jalisciense Refugio Estévez trabajó en un hospital militar al que llegaba un gran número de heridos en los primeros combates de la Revolución. Ella destacó por sus grandes dotes en hospitales de Guadalajara, Querétaro y Guanajuato.
Para atender a los heridos adiestró como enfermeras a un contingente de soldaderas. Los carrancistas la llevaron como enfermera de campaña a cargo de un carro-hospital y por ello fue llamada “Madre Cuca” o “Mamá Cuca”. Décadas más tarde, se convirtió en la primera enfermera militar profesional de México.
Así como la Madre Cuca, también destacó María Elena Arizmendi; de acuerdo con la página del INEHRM, al enterarse que la Cruz Roja sólo atendía a heridos del ejército federal, fundó la Cruz Blanca Neutral para atender a otros heridos. Su labor quedó plasmada en el “Corrido a la noble jefa de la sección de la Cruz Blanca”, sólo citaremos algunos versos:
La señorita Arizmendi
Oyó de Revolución
y a sus amigas les dijo:
“Soy mujer de corazón”.
Me duele el alma pensando
Que ha de haber muchos heridos
Lanzando queja doliente.
Voy a ofrecer mis servicios
En bien de los mexicanos
Y de todos los que sufran
A causa de los tiranos…”
Tenientes
Entre las mujeres que destacaron en la Revolución Mexicana y en la milicia habrá que mencionar a la teniente coronel María de la Luz Espinosa Barrera, oriunda de Yautepec, Morelos, quien se alistó con los zapatistas y pasó nueve años vestida como hombre, escaló varios grados hasta convertirse en teniente coronel, reconocida por el propio Emiliano Zapata. Tras el asesinato del “Caudillo del Sur”, se dedicó a vender ropa de forma ambulante. Fumaba, bebía, jugaba y no tenía miedo a batirse a balazos con ningún hombre.
Periodistas
La duranguense Juana Belén Gutiérrez prefirió la imprenta. Desde los 22 años de edad comenzó a publicar artículos en los periódicos más importantes de la época, como El Diario del Hogar y El Hijo del Ahuizote, por esto fue encarcelada. Se trasladó a México, donde empezó a trabajar como aprendiz de tipógrafo y fundó el periódico opositor Vésper. Por criticar a Porfirio Díaz fue encarcelada. Estuvo exiliada en Estados Unidos.
Mujeres preparadas
Una de las mujeres más influyentes de la Revolución fue la asistente personal de Venustiano Carranza, la duranguense Hermila Galindo de Topete, excelente taquimecanógrafa y con gran dominio del inglés.
Sus dotes de oradora le permitieron unirse al Gobierno de Carranza, donde estuvo encargada de realizar campañas propagandísticas en la prensa y la tribuna. Así como de fundar clubes revolucionarios en Veracruz, Tabasco, Yucatán y Campeche. Representó a Carranza en el extranjero, publicó artículos periodísticos favorables a su jefe y participó en la fundación de la revista Mujer Moderna, que aplaudió la propuesta carrancista de establecer el divorcio en México. Se convirtió en la primera diputada del país.
Educadoras distinguidas
Atala Apodaca fue una profesora y excelente oradora; hizo campaña en contra del antireeleccionismo, promovido por Madero, hizo campaña contra Victoriano Huerta y se unió a los constitucionalistas. Era una lugarteniente cultural en Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Veracruz e incluso hizo campaña en los Ángeles, California.
Una más es María Arcelia Díaz que aprendió a leer y escribir en una fábrica, formó parte de la generación de mujeres que se integraron al proceso revolucionario, al sindicalismo, era tanta su peligrosidad que intentaron asesinarla, por lo que siempre iba cargando una pistola para imponer respeto.
Fundó el Círculo Feminista de Occidente, donde promovió la alfabetización de los trabajadores. Las figuras de estas mujeres fueron destacadas por la historiadora del CIESAS-Occidente, María Teresa Fernández Aceves, en su libro “Mujeres en el cambio social en el siglo XX mexicano”.
