Las agresiones en el futbol suelen darse fuera del campo, como la ocurrida ayer en el Estadio Azteca en el partido del Cruz Azul donde aficionados se agarraron a golpes, como la que ocurrió dentro de la cancha en la Copa Jalisco.
Las imágenes que empezaron a circular en las redes sociales muestran como en la Copa Jalisco, entre el Teuchitlán y el San Marcos en la Jornada 2 del torneo, jugadores del equipo visitante agredieron a golpes al árbitro del partido.
Un jugador de San Marcos, equipo que iba ganando por un gol, le dio una bofetada al árbitro después de que este le sacara una tarjeta amarilla.
Tras la bofetada, el jugador siguió encarando al silbante, quien retrocedió mientras discutía con el futbolista, momento en el que apareció el portero del mismo equipo, lanzando un puñetazo y una patada al árbitro, acción que lo derribó.
El silbante se reincorporó de inmediato para salir corriendo del campo, pues los futbolistas de San Marcos seguían acercándose a él con sus reclamos.
Jugadores de Teuchitlán, equipo local, auxiliaron al árbitro y lo “escoltaron” a una salida del estadio, mientras policías municipales ingresaban al terreno de juego.
Postura de la Copa Jalisco
Ante los hechos registrados, la Organización de la Copa Jalisco emitió un comunicado, reprobando la actitud de los jugadores del San Marcos y anunciando que ambos quedarán vetados de por vida en esta competición y todas las que organice la Asociación de Futbol Aficionado del Estado de Jalisco.
Además, el comité organizador de la Copa Jalisco señaló que “otorgará los apoyos médicos y legales correspondientes al cuerpo arbitral”, ya que el torneo reprueba cualquier acto de violencia que se dé en las canchas, pues el propósito de esta competición es “motivar la convivencia familiar y el sano esparcimiento”.