Maradona y México 86: ¿por qué fue el mejor mundial del argentino?

Mientras “el 10 de oro” estuvo a cargo del “Gran Pez” dirigió 36 partidos y ganó 18 partidos. | Foto: Internet.

El mundial de México 1986 será recordado como la copa del mundo que colocó a Diego Armando Maradona en la cima del cielo y lo consagro como “la mano de Dios”.

¿Por qué el Mundial de México 1986 fue la mejor copa del astro argentino?

En el Mundial de México 1986 el “Pelusa” anotó sus goles más famosos, por un lado el polémico de “la mano de Dios” y el mejor de la historia de los mundiales, ambos frente a Inglaterra en cuartos de final.

Fue en la copa celebrada en “tierra azteca” que “el Diego” se consagró como estrella universal del fútbol y se alzó con la copa del Mundial de 1986, tras derrotar a Alemania 3 a 2 en el Estadio Azteca.

Durante México 1986, Maradona dirigió a su equipo portando la cinta de capitán de la selección argentina.

Mientras “el 10 de oro” estuvo a cargo del “Gran Pez” dirigió 36 partidos y ganó 18 partidos. | Foto: Internet.

Maradona y su amor por México

En 2002, el argentino piso tierra mexicana para jugar en la despedida del ahora exfutbolista nacional Carlos Hermosillo.

Durante el Mundial de Rusia 2008, Maradona celebró la actuación de la Selección Méxicana en su encuentro contra Alemania y se declaró hincha de México:

“Yo soy hincha de México desde ya, porque fue el gran animador de esta primera ronda

Maradona regresó a las canchas mexicanas en 2018, cuando tomó las riendas de los Dorados de Sinaloa de la segunda división de México. El argentino dejó el cargo en junio de 2019 por problemas de salud que incluyeron la operación de una hernia abdominal en enero de ese año.

  • Mientras “el 10 de oro” estuvo a cargo del “Gran Pez” dirigió 36 partidos y ganó 18 partidos. 

Maradona y el futbol

Maradona disputó 676 partidos y anotó 345 goles en sus 21 años de carrera, entre la selección y los clubes.

Diego fue más que ese jugador “con el guante blanco en el pie, del lado del corazón”, como lo describió el roquero Andrés Calamaro.

Indomable, confrontó con el poder del fútbol mundial, desafió al establishment, se abrazó con líderes de la izquierda latinoamericana, tuvo una amistad con Fidel Castro, se tatuó al Che Guevara, lo invitaron jeques árabes y es ídolo de figuras legendarias del deporte universal.

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