Estos luchadores mexicanos han muerto por COVID; así los recuerda familia

La triste Historia de luchadores mexicanos muertos por COVID-19, a quienes sus hijos los recuerdan con cariño. Se cree que casi 200 gladiadores del cuadrilátero han muerto debido al coronavirus.

Luchadores mexicanos muertos en pandemia y tributos

En el patio de una casa, dos enmascarados se muelen a golpes. Sacian el clamor de “lucha extrema” del público, al tiempo que honran a Ovett, uno de los casi 200 luchadores mexicanos derrotados por su peor adversario, el COVID-19.

La pelea se libra en un ring montado discretamente en Cuautitlán Izcalli, ante el cierre de la arena de este suburbio del Estado de México a raíz de la pandemia.

Alrededor del escenario, decenas de fanáticos, incluidos niños, gritan sin cubrebocas ni distanciamiento físico, y algunos beben cerveza.

Conoce la historia de luchadores mexicanos muertos por COVID-19. Foto: AFP

¿Cuántos luchadores mexicanos han muerto por COVID?

Ovett falleció el pasado 12 de febrero, uniéndose a reconocidos luchadores como Matemático II y Aníbal Jr., quienes sucumbieron al coronavirus tras años de jugarse la vida en los cuadriláteros.

“Tenemos ya casi 200 luchadores que se han muerto, y familiares también, sus esposas”, dijo “El Fantasma”, veterano gladiador que encabeza la Comisión de Lucha Libre de Ciudad de México.

Aunque se desconoce el número exacto de luchadores que hay en el país, según esa asociación son miles entre profesionales y aficionados.

Lunatik Extrem, hijo de Ovett y presente en el cartel del homenaje, cuenta que el virus “despertó las demás enfermedades” de su padre, cuya vida se apagó luego de tres paros respiratorios.

De 21 años, Lunatik muestra orgulloso los recuerdos de su mentor: coloridos disfraces, la portada de un DVD en la que se le ve sometiendo a un rival vestido de payaso e imágenes de sus actuaciones en la Arena México, catedral de este espectáculo muy arraigado en la cultura del país.

Lucha libre sigue en México

El tributo a Ovett es de “lucha extrema”, versión en la que además de patadas y llaves los contendientes se atacan con lámparas y sillas, terminando con el rostro ensangrentado.

Con coliseos cerrados desde hace más de un año, estos espectáculos al aire libre se han convertido en una salida extrema para los guerreros desempleados. Algunos han probado suerte con transmisiones pagadas en línea.

Un póster con la foto de Ovett sonriente promociona la función en Cuautitlán Izcalli, en un patio tan amplio que parece la propia calle.

La Comisión de Lucha Libre está en contra de las funciones con fanáticos por el riesgo de contagio. Las autoridades solo permiten la grabación a puerta cerrada para su transmisión por Internet.

Príncipe de Seda también planea una función para honrar a su primo Matemático II, fallecido en 2020 y con quien compartía el encordado del Coliseo Morelos, en la capital.

“La vida sigue, siempre que subo a un ring le pido a mi primo, le dedico la función. Esto sigue y hay que darle”, afirma entre lágrimas el gladiador, de máscara azul.

Él y Matemático II son parte de una conocida dinastía que incluye al ya fallecido Huracán Ramírez y al octogenario Matemático padre.

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