Las luchas más emblemáticas de El Santo
Este 5 de febrero se cumplen 41 años del fallecimiento de Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como El Santo, el luchador más icónico de México. Su legado en el pancracio ha dejado huella a través de décadas. Para honrar su memoria, recordamos algunas de sus luchas más legendarias.
El Santo vs. Black Shadow (1952)
A inicios de la década de 1950, El Santo ya era una estrella consagrada, pero su combate contra Black Shadow marcó un antes y un después en su carrera. En una lucha de apuestas que paralizó al público, el Enmascarado de Plata se llevó la victoria en la tercera caída y estuvo a punto de despojar de su máscara a su rival. Sin embargo, Blue Demon, compañero de Black Shadow, intervino, lo que generó una nueva rivalidad histórica entre las dos leyendas del ring.
El Santo vs. Tarzán López (1943)
El 2 de abril de 1943, la Arena Coliseo se inauguró con un evento estelar protagonizado por El Santo y Tarzán López. En aquel momento, El Santo ostentaba los campeonatos wélter y medio de México, pero buscaba sumar un título más. Sin embargo, la técnica y experiencia de Tarzán López fueron determinantes para que se llevara la victoria en una de las peleas más desafiantes en la carrera del Enmascarado de Plata.
El Santo vs. Pete Pancoff (1946)
El 15 de mayo de 1946, El Santo consiguió su primer título mundial al vencer a Pete Pancoff en la final de un torneo organizado por la NWA y la EMLL. Con una impecable actuación, Santo logró la victoria al aplicar un cangrejo de Boston, provocando la rendición del búlgaro y desatando la ovación del público. Este triunfo lo consolidó no solo como un rudo imbatible, sino también como un héroe nacional.
El Santo vs. Bobby Bonales
Enfrentarse a Bobby Bonales no fue tarea fácil para El Santo. En una lucha sumamente disputada, el Enmascarado de Plata defendió con valentía su título de la NWA y, pese al desgaste, logró imponerse ante su experimentado rival.
La última pelea de El Santo
El 12 de septiembre de 1982 marcó el retiro definitivo de El Santo en el Toreo de Cuatro Caminos. En un combate de relevos atómicos, hizo equipo con Huracán Ramírez, El Solitario y Gori Guerrero para enfrentar a Perro Aguayo y Los Misioneros de la Muerte.
La lucha estuvo cargada de emociones y brutalidad, con ataques que incluyeron el uso de objetos contundentes. Durante la última caída, Perro Aguayo aplicó un faul artero a El Santo, quien cayó rendido sobre la lona. Su compañero, El Solitario, lo protegió del castigo adicional, y el Enmascarado de Plata tuvo que abandonar el ring escoltado por la policía. Así terminaba la carrera del máximo ídolo de la lucha libre mexicana.
