¡Al fin juntos! Cenizas de Carmen Salinas reposan junto a las de su hijo Pedro Plascencia

Las cenizas de Carmen Salinas fueron depositadas en una capilla ubicada en el Panteón Español. Foto: Cuartoscuro

A días de la muerte de Carmen Salinas, tras casi un mes internada en un hospital de la Ciudad de México por una hemorragia cerebral, las cenizas de la actriz fueron depositadas en una capilla ubicada en el Panteón Español, en donde reposan los restos de su hijo Pedro Plascencia.

A través del canal oficial de Carmen Salinas en YouTube, plataforma en la que causó algunas polémicas, la familia de la famosa decidió compartir la celebración eucarística previa a depositar las cenizas de la actriz, que demostró su talento en cine y televisión con grandes e icónicos proyectos.

La transmisión en vivo fue seguida por decenas de fans de Salinas, quienes lamentaron la muerte de la actriz y desearon pronta resignación a familiares, como a su hija María Eugenia y su nieta, Carmen, quienes leyeron los textos bíblicos en la celebración eucarística en memoria de la famosa.

Aunque no fue la primera misa que se transmitió en el canal de YouTube de Carmelita, como era conocida la actriz, pues hace unos días se compartió otra celebración religiosa, en donde, al inicio, se le dedicaron unos momentos de aplausos en memoria de Salinas.

La muerte de Pedro Plascencia: el gran dolor de Carmen Salinas

La actriz enfrentó la pérdida de su hijo, quien murió en 1994 tras ser diagnosticado con cáncer de pulmón y estómago.

Plascencia Salinas, que murió a los 37 años, relataba a su madre los fuertes dolores que enfrentaba por la enfermedad y el tratamiento. Incluso, llegó a pensar en el suicidio.

“Él quería que le dieran una pistola porque se quería dar un balazo. No aguantaba los dolores. No aguantaba los dolores, todo hinchado por la quimioterapia”.

Carmen Salinas.

En algunas entrevistas, Carmelita recordó cómo fue el último suspiro de su hijo y quién fue el encargado de decirle que ya había muerto.

“Había un amigo de él, músico, lo tenía agarrado de la mano y mi nuera le pone un tocadiscos, le pone una música relajante y de pronto estaba agachada y me dice el padre: ‘Carmelita, ya se fue Pedrito’, caí al suelo, desmayada y me pusieron el oxígeno que tenía mi hijo”.

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