Bien dicen que todo cambia, y la manera en que se ven las películas no es la excepción, pues antes los estrenos no eran en las grandes plataformas, sino en los cines, pero los recintos donde sucedían los efectos tampoco son lo que eran antes y Unotv.com te dice cómo han cambiado y a qué se le dijo adiós con el paso del tiempo.
Cosas que extrañamos del cine
- Permanencia voluntaria
¿Te imaginas ver varias películas pagando sólo un boleto? Pues eso era posible gracias a la política de permanencia voluntaria que operó hace algunos años en los cines. Las cintas eran diferentes y no como ahora que, en una misma sala, se proyecta una única película.
La permanencia voluntaria en el cine tenía horarios, por ejemplo, podía comenzar a las 4:00 de la tarde y terminar a medianoche.
- Miércoles 2×1
Como las promociones del súper, el cine también daba la posibilidad del socorrido 2×1 que se implementó los miércoles. En ese día era común observar largas filas para poder entrar a la sala y ver la cinta de la que todos hablaban.
Además, resultaba un apoyo económico para las familias que llevaban a los pequeños y, ¿por qué no?, para las citas románticas.
- No había grandes cadenas y cada uno tenía su identidad propia
Lejos quedaron ya aquellos cines con identidad que gozaron de gran popularidad y fueron mudos testigos de momentos inolvidables de miles de personas. En la Ciudad de México los cines no se encontraban en las plazas comerciales, como sucede actualmente, las pantallas y la magia del séptimo arte tenían su propio lugar.
La capital de nuestro país albergó al cine Teresa, hoy convertido en una plaza comercial sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas.
La lista es larga de aquellos lugares como el Cine Ópera, en la colonia San Rafael, que tuvieron años de gloria y que ahora, algunos, permanecen en el olvido.
- Había matinés
Al igual que los miércoles de 2×1, otra de las cosas atractivas que había en el cine eran las famosas matinés. Se trataba de funciones a temprana hora y, generalmente, se proyectaban cintas infantiles, por lo que era común ver a las familias en las primeras funciones.
- Había intermedios
Por difícil que parezca creer, los cines no proyectaban las cintas de corrido y, a la mitad de la película, hacían un corte para que los espectadores pudieran ir al sanitario o, bien, comprar alguno de los pocos dulces que ofrecía el lugar.
- Cácaro, un peculiar personaje
Aunque ahora el mayor problema es que se vaya la luz en el cine y la planta no funcione, cosa que sería de mucha mala suerte, antes las cintas tenían que colocarse de manera manual en los proyectores.
Dicha función corría a manos de una persona a la que se le conoció coloquialmente como el “cácaro”, él tenía que estar al pendiente del cambio de rollo de la cinta pues, generalmente, las películas no cabían en un sólo rollo. Además, se llegaban a atorar.
- ¿Qué, cortinas?
Al iniciar la función, como si del teatro se tratara, se corrían las cortinas que cubrían la pantalla en donde se viviría la experiencia de diferentes protagonistas. El cine dijo adiós a las cortinas desde hace algunos años también.
- Pantallas para nada monstruosas
El enorme tamaño de las pantallas que ahora proyectan hasta películas de varias dimensiones no eran, ni de chiste, como las conocemos ahora. Las historias de amor, suspenso o acción eran proyectadas en pantallas un poco más pequeñas y, obvio, nadie usaba lentes 3D para sentirse parte del elenco.
El cine y su majestuosidad han ido cambiando al paso de los años, y aunque hoy en día aún goza de gran popularidad, hay cosas que más de uno echa de menos y suspira con tan sólo el recuerdo.