¿El murciélago estaba vivo? Tres polémicas que marcaron la vida de Ozzy Osbourne
El mundo del rock se encuentra de luto tras la muerte de Ozzy Osbourne, quien falleció este martes 22 de julio de 2025 a los 76 años de edad. La noticia fue confirmada por su familia y rápidamente generó una ola de reacciones entre sus seguidores, músicos y figuras del entretenimiento.
Ozzy, conocido como el “Príncipe de las Tinieblas”, fue uno de los pilares del heavy metal como vocalista de Black Sabbath, pero también por su exitosa carrera como solista.
A lo largo de más de cinco décadas, construyó un legado musical icónico que marcó a generaciones, aunque también estuvo acompañado de múltiples excesos y controversias que reforzaron su imagen salvaje, caótica y transgresora.
Polémicas de Ozzy Osbourne
Entre los muchos momentos polémicos que protagonizó, hay tres que definieron su figura pública y contribuyeron a su leyenda.
Ozzy Osbourne mordió a un murciélago
Uno de los momentos más recordados de su carrera ocurrió el 20 de enero de 1982 durante un concierto en Des Moines, Iowa. En pleno show, un fan lanzó un murciélago al escenario. Ozzy, creyendo que era de utilería, lo tomó y le mordió la cabeza.
Sin embargo, el animal estaba vivo, el músico tuvo que ser trasladado de inmediato a un hospital para recibir tratamiento contra la rabia.
[TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Muere Ozzy Osbourne: esta fue la última vez que el “Príncipe de las Tinieblas” cantó con Black Sabbath]
Aunque el hecho fue inicialmente accidental, se convirtió en parte esencial del mito que rodeó su carrera. A partir de ahí, los rumores sobre prácticas satánicas o ritos extraños en sus conciertos crecieron, algo que él siempre negó con humor e ironía.
El escándalo de las palomas
En 1981, durante una reunión con ejecutivos de CBS Records en Los Ángeles, Ozzy protagonizó un episodio que lo colocaría en los titulares del mundo: mordió y arrancó la cabeza de dos palomas vivas frente a los asistentes.
Originalmente, las aves formaban parte de un gesto simbólico de paz, pero bajo los efectos del alcohol, el cantante reaccionó de forma violenta y grotesca. La escena dejó atónitos a los presentes y marcó un antes y un después en su reputación. Desde entonces, la imagen de Ozzy como una figura temible, impredecible y oscura se reforzó en la cultura popular.
La agresión a Sharon Osbourne
Más allá del escenario, Ozzy también enfrentó momentos oscuros en su vida personal. Uno de los más delicados ocurrió en 2003, cuando fue arrestado por intentar estrangular a su esposa, Sharon Osbourne, durante un episodio violento en su residencia.
El músico se encontraba bajo los efectos de una fuerte combinación de medicamentos y alcohol. Sharon no presentó cargos, y tras el incidente, Ozzy fue ingresado en rehabilitación.
Años después, ambos hablaron abiertamente del episodio en entrevistas y documentales, reconociendo que fue un momento límite que puso en riesgo su relación y su vida. “Estábamos destruyéndonos”, dijo Sharon en una ocasión, mientras que Ozzy asumió públicamente su responsabilidad.
Pese a todo, la pareja logró superar la crisis y permaneció unida hasta el final, siendo considerados una de las relaciones más sólidas del mundo del entretenimiento.
Un adiós cargado de historia y leyenda
La muerte de Ozzy Osbourne llega semanas después de su emotivo concierto en Birmingham, Inglaterra, ciudad natal de Black Sabbath, donde ofreció lo que sería su última aparición pública con el grupo que lo catapultó a la fama.
Pese a su lucha contra el parkinson y otros problemas de salud que enfrentó en sus últimos años, Osbourne se despidió como una leyenda viva del rock, dejando tras de sí una carrera llena de éxitos, excesos, redención y controversia.
Ozzy Osbourne no sólo redefinió el heavy metal, también encarnó el espíritu más crudo, irreverente y humano de una industria que, como él, nunca temió al abismo.
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