Federica Quijano sorprendió al revelar que ingresó al hospital tras recibir un golpe por parte de su hijo Sebastián, quien, desde hace años, fue diagnosticado con espectro autista. Sin embargo, la integrante de Kabah ha tenido un duro camino junto a su hijo, quien, incluso, tuvo que ser ingresado al psiquiatra durante una de las crisis que presentó. Unotv.com te da los detalles.
La difícil relación de Federica Quijano y su hijo autista
Hace unos años, en entrevista con el programa “Ventaneando”, la hermana de Apio Quijano, famoso que tuvo problemas para adaptarse al día a día tras su paso por un reality show, reveló que en una ocasión Sebastián trató de tirarla, causando que él cayera por las escaleras.
“Me trató de tirar, pero cuando me trató de tirar, él se cayó por la escalera y se levantó, furioso…”.
El episodio de esa agresión se dio durante una de las crisis que le dan al joven desde que, a los 3 o 4 años, fue diagnosticado con espectro autista.
Federica Quijano recordó que ante el panorama que enfrentaba tuvo que buscar apoyo y terminó internando en un psiquiatra a su hijo cuando tenía cerca de 9 años.
“En el (psiquiátrico) que es para menores de edad te dicen ‘tú traes aquí a tu hijo a las 9 de la mañana, aquí lo amarramos y lo sedamos’ imagínate mi cara de frustración y mi hijo arrancándose todo. Llegué al hospital militar, le controlaron una crisis, para mí fue aterrador, y tener que dejar a mi hijo y se quedó ahí 2 semanas”
¿Cuándo le diagnosticaron autismo al hijo de Federica Quijano?
Durante una entrevista con Gustavo Adolfo Infante para el programa “El minuto que cambió mi vida”, Federica Quijano recordó cómo fue que “de un día a otro” su hijo comenzó a cambiar.
“En el caso de Sebastián, puede haber casos como el de él que, de un día a otro, de repente empieza a tener esta falta de enfocarte, de verte a los ojos, aletea, se reía y de repente gritaba como loco, se tiraba y empezó un viacrucis”.
La famosa cantante destacó lo difícil que fue comenzar a ver los cambios de actitud de su pequeño Sebastián.
“No estás preparada para ver, como mamá, no estás preparada para ver como tu hijo se empieza a perder poquito a poquito, es como una perdida ambigua… siempre será, evidentemente, el dolor más grande que puedes tener como mamá”.
