La poeta estadounidense Louise Glück, de 77 años, ganó este jueves el Premio Nobel de Literatura 2020, un galardón que ha sorprendido a todos y corona su obra, que comenzó en los años 60.
Glück fue premiada por su “inconfundible voz poética, que, con una belleza austera, torna la existencia individual universal”, dijo la Academia Sueca al comunicar su decisión.
Louise Glück es “una poeta del cambio radical y del renacimiento”, dijo el presidente del Comité Nobel, Anders Olsson.
Este año, los nombres del japonés Haruki Murakami, el francocheco Milan Kundera, el español Javier Marías, la canadiense Margaret Atwood o la francesa Maryse Condé sonaban con fuerza.
La edición de 2020 se verá privada por primera vez desde 1944 de una ceremonia presencial de entrega de premios debido al coronavirus.
¿Quién es Louise Glück?
La infancia y la vida en familia de Louise Glück, nacida en Nueva York, la estrecha relación entre los padres y los hermanos y hermanas son algunos de los temas en los que ha centrado su obra.
“Averno” (2006) es su poemario magistral, una interpretación visionaria del mito del descenso a los infiernos de Perséfone, cautiva de Hades, el dios de la Muerte. Otra de sus obras destacadas es su última recopilación, “Faithful and Virtuous Night” (“Una noche fiel y virtuosa”).
La poeta y también ensayista de 77 años, es también autora de “The Wild Iris (El iris salvaje)”, que recibió el Premio Pulitzer de poesía en 1993 y el Premio William Carlos Williams de la Poetry Society of America, así como de “Ararat” que recibió el Premio Nacional de poesía Rebekah Johnson Bobbit; y “The triumph of Achiles” que recibió, entre otros, el National Book Critics Circle Award.
Ha residido en Cambridge, Massachusetts, donde da clases en el departamento de lengua inglesa del Williams College en Williamstown, Masachusetts. De forma paralela, imparte clases en la Universidad de Yale.
Poemas que debes leer de Louise Glück
Su poesía se centra en la dolorosa realidad del ser humano, abordando temas como la muerte, la infancia y la vida familiar.
También se inspira en la mitología griega y sus personajes, como Perséfone y Eurídice, que a menudo son víctimas de traición.
Puedes leer estos tres poemas de Louise Glück para poder acercarte a su obra:
El jardín
No puedo hacerlo nuevamente,
difícilmente soportaría verlo;
bajo la tenue lluvia del jardín
la joven pareja siembra
un surco de guisantes, como si
nadie lo hubiese hecho nunca:
los grandes problemas todavía
no han sido enfrentados ni resueltos.
Ellos no pueden verse
en el polvo fresco aún, empezar
sin ninguna perspectiva,
con las colinas al fondo, verdes y pálidas, nubladas de flores.
Ella desea detenerse;
él desea llegar hasta el fin,
permanecer en las cosas.
Mírala a ella tocar su mejilla,
pedirle una tregua, los dedos
ateridos por la lluvia primaveral;
en el pasto tierno estrellan rojos azafranes.
Aun aquí, aun en los comienzos del amor,
su mano al abandonar la cara
da una impresión de despedida,
y ellos se creen
capaces de ignorar
esta tristeza.
Louise Glück
El vestido
Se me secó el alma.
Como un alma arrojada al fuego,
pero no del todo,
no hasta la aniquilación. Sedienta,
siguió adelante. Crispada,
no por la soledad sino por la desconfianza,
el resultado de la violencia.
El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo,
a quedar expuesto un momento,
temblando, como antes
de tu entrega a lo divino;
el espíritu fue seducido, debido a su soledad,
por la promesa de la gracia.
¿Cómo vas a volver a confiar
en el amor de otro ser?
Mi alma se marchitó y se encogió.
El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado
grande
para ella.
Y cuando recuperé la esperanza,
era una esperanza completamente distinta.
Louise Glück
Amante de las flores
En nuestra familia, todos aman las flores.
Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas:
sin flores, sólo herméticas fincas de hierba
con placas de granito en el centro:
las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras
llena de mugre algunas veces…
Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo.
Pero en mi hermana, la cosa es distinta:
una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre
a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo.
Cada primavera, espera las flores.
Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende
que es mi madre quien paga; después de todo,
es su jardín y cada flor
es para mi padre. Ambas ven
la casa como su auténtica tumba.
No todo prospera en Long Island.
El verano es, a veces, muy caluroso,
y a veces, un aguacero echa por tierra las flores.
Así murieron las amapolas, en un día tan sólo,
eran tan frágiles…
Louise Glück
A continuación te dejamos el links a cinco de sus poemas más populares: