Rubby Pérez, el artista que llegó a la música por un accidente y perdió la vida en la discoteca Jet Set

Rubby Pérez, una de las voces más emblemáticas del merengue y figura entrañable de la música dominicana, falleció durante un concierto en la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, tras el colapso del techo del recinto.
El accidente ocurrió durante uno de los tradicionales “lunes de merengue”, dejando una tragedia de proporciones aún por determinar con decenas de muertos y heridos.
Pérez, cuyo nombre real era Roberto Antonio Pérez Herrera, fue conocido como “la voz más alta del merengue”, un título que le otorgó un presentador de televisión en reconocimiento a su potencia vocal y a su estilo inconfundible. Su muerte ha conmocionado a República Dominicana y al mundo de la música latina. El gobierno dominicano declaró tres días de duelo nacional.
Rubby Pérez llegó a la música por un accidente
Nacido en 1956 en Haina, República Dominicana, Rubby no siempre soñó con ser cantante. Su gran pasión en la infancia era el beisbol, pero un accidente automovilístico a los 15 años cambió su rumbo para siempre.
El 13 de junio de 1972, fue atropellado por un vehículo y sufrió una lesión grave en la pierna izquierda. Pasó años en recuperación, entre hospitales y terapias, hasta que encontró consuelo en la música.
“Dios tenía otro propósito para mí”, dijo en una entrevista, “que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono”.
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Estudió en el Conservatorio Nacional de Santo Domingo, donde aprendió a tocar piano y guitarra. Integró coros y grupos juveniles hasta dar el salto a grandes orquestas como la de Fernando Villalona y, más adelante, la de Wilfrido Vargas, quien lo llevó al estrellato con canciones como “Volveré” y “El Africano”.
En 1987 decidió emprender una carrera como solista. Su primer disco, “Buscando tus besos”, lo hizo merecedor de discos de oro y platino en Venezuela. A lo largo de su carrera colocó varios temas en las listas de Billboard, entre ellos “Enamorado de ella” y “Sobreviviré”.
Ídolo popular y figura solidaria
Más allá de su legado musical, Rubby Pérez fue una figura comprometida con causas sociales. En 2010 fue reconocido por su apoyo a las víctimas del terremoto en Haití, y en sus redes sociales mostraba con frecuencia su cercanía con sus hijos e hijas.
Una de ellas, Zulinka Pérez, se encontraba con él en el escenario del Jet Set la noche del derrumbe. Según medios locales, logró salir con vida del lugar.
“Este es el mayor legado que dejo: ver a niños de otros países cantando y bailando mis canciones”, escribió en marzo en Instagram, acompañado de un video que mostraba a un grupo de pequeños celebrando el merengue.
La noticia de su muerte generó reacciones inmediatas. Wilfrido Vargas, quien lo consideraba su amigo y discípulo, escribió: “Estoy destrozado… el mejor cantante que ha dado el género. Se nos acaba de ir”.




