“Rusofobia” en el cine: el discurso antirruso llevado a la pantalla grande

A consecuencia de la operación militar de Rusia en Ucrania, se desató un rechazo a todo aquello que sea ruso o tenga raíces rusas, conocido como “rusofobia”, según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, este discurso no es nuevo y existen ejemplos de cómo aspectos como el cine ayudaron a construir el discurso antirruso desde antes de la disolución de la Unión Soviética en 1991.

De Rocky a Rambo: así se ve la “rusofobia” en el cine

El cine ha sido un recurso frecuentemente explotado para difundir el “discurso polarizador” contra Rusia, asegura Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Y es que según el experto, es través del cine y las películas, que “nos van consistentemente reflejando por medio de imágenes esta idea que estereotipa a los rusos como militares, espías, gobernantes corruptos que matan y asesinan”, y también “de lo que está sucediendo en Rusia”.

“Nosotros vemos sus series, vemos sus telenovelas, vemos sus películas y hemos ido adoptando esta mirada, esta idea sobre Rusia y los rusos”, dice Ricardo Trujillo Correa.

Por su parte, el crítico de cine e investigador fílmico, José Antonio Valdés Peña confirma que películas como “Rocky” y “Rambo”, ambas cintas filmadas en la década de 1980 y protagonizadas por Sylvester Stallone, ayudaron a forjar un estereotipo del pueblo ruso.

“Rambo III” y el arquetipo del ruso villano

Valdés Peña destacó que tras la Segunda Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría se crea la idea del “villano categórico” en el cine. Un arquetipo del ruso que tiene dos caras; por un lado, la del asesino a sangre fría; y por otro, la del espía, “donde siempre eran asesinos de la KGB (Comité para la Seguridad del Estado Ruso), con una capacidad extraordinaria para la organización y que no tienen piedad alguna”.

“El ruso se vuelve un arquetipo, el del villano categórico como lo era el indio en el Western clásico hollywoodense, o sea, es el villano que todo el mundo ya sabe que es el villano”.

José Antonio Valdés Peña, UNAM

Peña señaló que este estereotipo puede verse en la película “Rambo III”, donde no sólo se refleja el arquetipo del “ruso como villano”, también se muestra el conflicto entre Rusia y Estados Unidos.

“En ‘Rambo III’, más allá de las acciones o no de John Rambo, tenemos el asunto del conflicto de la Unión Soviética y Estados Unidos por Afganistán donde, por cierto, tiene un papel protagónico el futuro terrorista Bin Laden”, compartió.

“Rocky IV” y el estereotipo del ruso sanguinario

Trujillo dijo que otro ejemplo de esta representación de los rusos y la polaridad entre Rusia y Estados Unidos, es “Rocky IV”.

En esta cinta de 1985, considerada la más taquillera de la saga, el personaje principal, Rocky Balboa, el popular campeón de los pesos pesados, se enfrenta al boxeador ruso Iván Drago, quien previamente acaba con la vida de Apollo Creed, amigo de Rocky, en un encuentro de box. 

Según el académico, la representación de los rusos en la cinta puede verse cuando Rocky pelea contra Iván Drago”.

“Iván Drago es una máquina, Iván Drago no tiene emociones, nada más está ahí por producir, frente al Rocky que es emocional, que es tierno, que es lindo, que hace el esfuerzo. Mientras que el otro [Ivan Drago] se inyecta drogas y las máquinas lo están construyendo”. 

Ricardo Trujillo Correa, UNAM

“The Making an American Citizen” y la representación del ruso ignorante

Sin embargo, la representación de los rusos bajo estereotipos específicos en el cine se remonta hasta antes de la Primera Guerra Mundial, tal como señala Valdés Peña, quien refiere que en ese entonces se planteaba la representación de “un ruso ignorante, bruto, campesino, completamente alejado de la civilización”, tal como puede verse en la película The Making an American Citizen” (“La creación de un ciudadano americano” en español).

De acuerdo con el experto, esta película de Alice Guy-Blaché, filmada en 1912, cuenta la historia de un ruso que golpea brutalmente a su pareja, el cual después de migrar a América se convierte en una persona diferente.

“Es un ruso campesino, un ruso que vive en la calle, que está acostumbrado a tratar a su mujer como un animal de carga, y de pronto tienen que emigrar a los Estados Unidos y cuando llegan a los Estados Unidos, él está a punto de propinarle una golpiza a su mujer cuando un tipo le detiene la mano y le dice que ‘en América esas cosas no se hacen’” 

José Antonio Valdés Peña, UNAM

Según el especialista, la trama continúa con otra ocasión, en la que el personaje “quiere volver a pegarle a su mujer, pero termina en la cárcel bajo la premisa de que ‘en América eso no pasa a las mujeres y no se les trata así’”. 

“Al salir de la cárcel se convierte en un personaje completamente equitativo en cuestiones de género le da un beso a su mujer en la mano y jamás volverá a pegarle porque ya forma parte del sueño americano”, describió Valdés Peña.

El nuevo estereotipo ruso

Actualmente, con el conflicto Rusia-Ucrania y con la imagen “totalmente implacable y cuadrada del presidente ruso Vladimir Putin“, José Antonio Valdés cree que “nuevamente podríamos ver nacer una figura [estereotipo] de este estilo”, pues aseguró que las variaciones en la forma de representar en el cine a la comunidad rusa se encuentran ligadas a los diferentes periodos de la historia estadounidense.

“[Ahora] Puede ser un nuevo tipo de villano que sería un gobernante que trae las enseñanzas del pasado para aplicarlas de una forma brutal en el presente”.

¿Cómo el cine se usa para segregar a Rusia?

Los medios de comunicación y las diversas expresiones culturales como el cine, la televisión, la música e incluso el arte han sido usados para construir un estereotipo de lo que significa ser ruso, porque a través de ellos, los grupos hegemónicos han logrado difundir distintos discursos ideológicos, controlando la narrativa de lo que se dice y se cuenta dentro de un grupo social, para así controlar al mundo, aseguró el académico de la UNAM.

“Las oligarquías dominan los medios de comunicación y nos quieren imponer una forma de mirar el mundo. Es igual a lo que está sucediendo en Ucrania porque en realidad Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania, es un candidato impuesto por la oligarquía de los medios de comunicación, no en vano, él era un actor cómico que entonces el oligarca de una compañía televisora lo lanzó como candidato” 

Ricardo Trujillo Correa, UNAM

“Por medio de los discursos en los medios de comunicación y otras expresiones culturales, nos han creado esta construcción de pensamiento de lo ruso como todo lo ajeno, lo malvado, lo pervertido, lo mafioso. Nos fueron construyendo constantemente la imagen y la impresión de lo que implica ser ruso, de lo que implica ser el presidente Vladimir Putin e incluso de lo que implica la Segunda Guerra Mundial”, agregó el experto.

¿Cuál es el origen de la discriminación a los rusos en el cine?

Esto tiene su origen, según Trujillo Correa, en la década de 1950, cuando Douglas MacArthur, el militar más condecorado de Estados Unidos, impulsó un giro en los medios de comunicación para empezar a criticar y criminalizar todo aquello que se veía como ruso y comunista”.

Posteriormente, dijo, esta idea de polaridad entre estadounidenses y soviéticos se reforzó en la década de 1980 durante el gobierno del entonces presidente norteamericano Ronald Reagan.  

¿Qué es la “rusofobia”?

Si bien, no existe una definición precisa de “rusofobia”, etimológicamente “fobia” significa, según la Real Academia Española (RAE), “temor intenso e irracional a alguien, a una cosa o a una situación”. Mientras que “ruso” es el adjetivo que alude a “aquello que es de Rusia”. En este sentido, la “rusofobia” se entiende como el temor irracional a lo ruso”. 

Ricardo Trujillo, ofrece una forma clara de entender este hecho: 

“La rusofobia es una forma de segregación que determinadas culturas elaboran alrededor de quiénes son rusos”.  

Por su parte, Adrián Mancera, investigador de la Universidad de Sonora y quien se ha dedicado al estudio de la comunidad rusa en México, señaló que “ha sido la propia historia de Rusia la que ha creado ‘una impresión mala’ de ellos”.

“Si tomamos la historia de la que vinieron [los rusos] a partir de lo que son la Revolución Rusa, el desempeño en la Segunda Guerra Mundial y la continuación con la Guerra Fría, se nos crea una impresión mala de que son bélicos. Si a esto le sumamos que son gente de un clima consecuentemente frío, obviamente se presta para creer que son una persona totalmente hecha de hierro y que seguramente son bélicos por naturaleza”. 

Aunque se trata de un término “relativamente nuevo”, en tanto que la Federación de Rusia se constituyó en 1991 tras la disolución de la Unión de Repúblicas Soviéticas y Socialistas (URSS), los expertos consideran que la aversión contra lo que hoy se conoce como Rusia ha estado presente en el mundo al menos desde la década de 1940, y se encuentra íntimamente ligada con el inicio de la Guerra Fría.

Un periodo que se caracterizó por una tensa y agresiva carrera entre Estados Unidos y la URSS, por el dominio del mundo a través de los conflictos armados y las pujas ideológicas divididas entre el capitalismo y el comunismo. 

“Rusofobia” en el cine: ¿cuáles son sus consecuencias?

Alejandro Peña, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la máxima casa de estudios de México, afirmó que “no es raro que las artes y la cultura sean atravesadas por los conflictos políticos y armados”, ya que esto “implica una actitud radical de aniquilación del otro” y “resulta útil para la conformación de bandos políticos”.

A esto Talya Iscan abona que “independientemente de que se tome partido por uno de los bandos del conflicto, no se puede satanizar a los integrantes de una población por su nacionalidad, idioma o apariencia física”.

Y advierte que “condenar una guerra y apoyar a quienes la sufren”, refiriéndose al actual conflicto entre Rusia y Ucrania, “no es lo mismo que desacreditar […] al pueblo que pertenece al país agresor”.

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