Migrantes podrían pasar años presos sin fianza por nueva política de Trump

El Gobierno del presidente Donald Trump implementará una nueva política migratoria que impedirá a los migrantes solicitar libertad bajo fianza, lo que podría mantenerlos detenidos por meses o incluso años, según reveló el Washington Post.
La medida, instruida a través de un memorando interno fechado el 8 de julio, fue emitida por Todd Lyons, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
¿A quiénes afectará esta decisión?
La política aplicará a migrantes sin visa, incluyendo a quienes llegaron en décadas recientes huyendo de la violencia, la pobreza o catástrofes naturales, principalmente en América Latina.
Hasta ahora, estas personas podían pedir una audiencia ante un juez migratorio para solicitar fianza mientras se resolvía su caso. Con la nueva disposición, esta opción queda descartada, salvo contadas excepciones.
El Congreso de EE. UU. aprobó recientemente un presupuesto de 45 mil millones de dólares para expandir la capacidad de detención de ICE durante los próximos cuatro años.
Aunque la Constitución de Estados Unidos establece la presunción de inocencia y que la prisión preventiva debe ser una medida excepcional, el ala más dura del Partido Republicano considera que negar automáticamente la fianza puede ser una forma de disuadir la migración irregular.
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¿Qué dicen las organizaciones defensoras de migrantes?
Grupos como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles han criticado la decisión y advierten que los migrantes deben tener derecho a presentar pruebas y argumentos ante un juez para solicitar su liberación durante el proceso.
“Negar el derecho a una audiencia de fianza atenta contra los principios fundamentales de justicia”, argumenta la organización.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha endurecido el control fronterizo, incluyendo el despliegue de mil 500 soldados en la frontera con México y el impulso de una política de deportación masiva.
Pese a ello, la percepción pública parece estar cambiando. Una encuesta de Gallup publicada el pasado viernes reveló que:
- Sólo 30% de los estadounidenses quiere reducir la inmigración (bajó desde 55% en 2024)
- Un récord del 79% considera la inmigración positiva para el país




