Trump anuncia aranceles del 100% a películas producidas en el extranjero
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este domingo la imposición de un arancel del 100% a todas las películas exhibidas en Estados Unidos, pero producidas fuera del país. La medida se enmarca en su estrategia de defensa económica y responde, según afirmó, al deterioro de la industria cinematográfica nacional.
Hollywood está “devastado”, dice Trump
Trump señaló que Hollywood está siendo devastado por la creciente práctica de cineastas y estudios estadounidenses que filman en el extranjero, atraídos por incentivos económicos. Desde su red social Truth Social, el mandatario explicó que ya ordenó al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de EE. UU. iniciar el proceso de aplicar esta tarifa a cualquier película que no haya sido producida dentro del país.
“La industria cinematográfica en Estados Unidos está MURIENDO muy rápidamente. Otros países están ofreciendo todo tipo de incentivos para atraer a nuestros cineastas y estudios fuera de Estados Unidos”, escribió.
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Medida comercial sin detalles y sin incluir series
La decisión forma parte de una nueva escalada en la ofensiva comercial de Trump, quien inició su segundo mandato en enero. Hasta ahora, no se han revelado detalles sobre cómo se aplicará el nuevo arancel, ni si afectará también a las series de televisión, un sector de creciente rentabilidad.
Trump también calificó este fenómeno como un “esfuerzo concertado por parte de otras naciones” que, según él, representa una amenaza a la seguridad nacional de EE. UU.
Respuesta de China y posible impacto global
El anuncio se suma a otras acciones que han deteriorado las relaciones comerciales de Estados Unidos con sus socios económicos. China, por ejemplo, ya había respondido a los aranceles del 145% impuestos por EE. UU. a sus productos con una reducción en la difusión oficial de películas estadounidenses.
Pekín opera con un sistema de cuotas que limita el ingreso de cintas extranjeras a su mercado, el segundo más grande del mundo después del estadounidense. Una disminución en ese acceso representaría una amenaza económica directa para los estudios de Hollywood, que dependen cada vez más del mercado internacional.




