Motorizando la igualdad: aprende mecánica en el primer taller automotriz de mujeres en CDMX
Si pensabas que la mecánica era sólo para hombres, te equivocas. Una mujer llamada Beatriz Jiménez ha dado un paso gigante para reducir la brecha de género en la Ciudad de México (CDMX) al crear el primer taller mecánico rosa, operado exclusivamente por mujeres, que se expande con la primera academia femenina automotriz en las calles de la capital mexicana. Hablamos de la llamada Ingeniería Rosa.
- El proyecto, avalado por autoridades educativas como el Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial (Cecati) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), busca capacitar, de manera gratuita, a mujeres de todas las edades que deseen convertirse en profesionales del arreglo de automóviles.
El año pasado, Beatriz Jiménez inició el prerregistro para la primera generación de “Arranque Automotriz Femenino”. El curso, que dura tres meses, fue diseñado para capacitar a mujeres desde 18 años provenientes de la CDMX y municipios mexiquenses.
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Además, busca capacitar a talleres mecánicos, ofreciendo una perspectiva de género que permita abrir ofertas laborales para mujeres en la industria automotriz, al crear espacios libres de estigmas, discriminación y acoso.
La mujer genio detrás de la idea es Beatriz Jiménez, quien, tras decidir incursionar en un mundo dominado principalmente por hombres, dejó lo que hacía para afrontar el desafío de estudiar los temas relacionados con la industria automotriz. Así nació su taller “ESFE Centro Automotriz”, ubicado en la Alcaldía Tlalpan de la capital.
Beatriz ha comentado públicamente que lo que desea es expandir el éxito de su taller y llevar su proyecto a nivel nacional. Su academia automotriz de mujeres no sólo busca profesionalizar a más chicas, sino también romper estereotipos y promover la igualdad de oportunidades en la industria.
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El taller se ha vuelto famoso y destaca por su distintivo color rosa. Ahí, al menos una docena de mujeres trabaja en labores de la industria automotriz de manera exitosa. Ellas han encontrado no sólo una pasión y profesión, sino también una forma de asegurar el sustento de sus familias en un mundo que se creía para hombres, pero en el que, se ha demostrado, toda persona apta se puede desempeñar.
