Turistas que se quedaron varados en Acapulco, Guerrero, por el impacto del huracán Otis, comenzaron a llegar a la Central del Sur de la Ciudad de México.
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Turistas padecen odiseas de hasta 18 horas
Algunos, como Griselda, quien viaja con dos menores de edad, hicieron hasta 18 horas de camino.
“Desde ayer, como a las 4:00 de la tarde y apenas voy llegando porque no había transporte (…) Sí, ayer a las 4:00 de la tarde encontré un transporte que nada más me trajo a mí porque mi cuñada y mi esposo se quedaron allá. Llegué a Chilpancingo, pero la carretera de la salida de Acapulco para llegar a Chilpancingo es mucho desastre. Entonces ahí estuve, me hice 6 horas de Acapulco a Chilpancingo (…) dónde pude encontrar lugar fue hasta las 6:15 de la mañana y apenas vengo llegando”.
Griselda Quintana, turista.
“Ya no quisiera regresar, la verdad; está muy feo”
Señaló que algunos transportistas piden depósitos por adelantado para apartar lugares.
“Las vagonetas en las que yo me fui nos cobraron como, me cobraron 450 por persona, solamente éramos tres. Ya habíamos dejado una parte de depósito, pero ellos ya no regresaron por ti y había otras que sí te estaban cobrando mil pesos por regresar, por persona, por regresarte, pero, así como se llenaban se venía y están como muy escasas. Los autobuses, eso sí traían su precio normal, pero también era como que complicado porque sí tenían que ser cierto número de personas”.
Griselda Quintana, turista.
Narró que tras el impacto del huracán en el puerto, vivieron horas de angustia.
“Toda la gente de allá se pone a saquear, se empiezan a llevar refrigeradores y todo, la misma gente. Al menos en el hotel donde yo estaba, decían es que esto se va a poner más feo porque la gente va a empezar a entrar a las casas, va a empezar a robar. Pues sí te asustas porque no tienes un medio cómo salirte (…) Ya no quisiera regresar, la verdad, está muy feo porque aparte si fuera uno solo está bien, pero ellos dos ahorita vienen enfermos. El niño viene todo ronco y la niña viene ya con tos, ya le duelen los oídos. Ya los mosquitos allá andan muy mal, entonces si es muy complicado ahorita”.
Griselda Quintana, turista.
Javier Hernández, trabajador de la construcción originario de Puebla, también llegó a la terminal de Tasqueña. Logró salir del puerto en aventón.
“Ya exagerado como 6 horas, así en transportes. No, es gratuito. Por aventones (salí), señores que, la verdad, se agradece nos dieron la oportunidad de decir que nos sacaban (…) Los saqueos están complicando ahí, no hay comida ni luz ni nada”.
Javier Hernández Galindo, trabajador.
