Hace años, todavía en la época de tus abuelos, a la Ciudad de México se le conocía como “la región más transparente del aire” y, aunque no lo creas, la época de la contaminación y los dobles Hoy no Circula estaba muy lejana.
Y ni se diga en épocas anteriores, donde la ciudad estaba asentada en un lago y la recorrían diversos ríos. Por esa razón, haremos un recorrido nostálgico al pasado de la CDMX.
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¿Por qué se le llamaba la región más transparente del aire?
La primera mención a esta frase se debe al científico alemán Alejandro de Humboldt, quien en el siglo XIX la llamó como “la región más transparente del aire”. Asombrado por la limpieza y claridad del Valle de México o de Anáhuac. Ya en el siglo XX, en la década de los 50, el escritor y humanista Alfonso Reyes la retomó en su “Visión de Anáhuac”. Finalmente, el escritor Carlos Fuentes retomó la frase para su famosa novela “La región más transparente”.
A muchos chilangos les resultará difícil imaginar que la ahora megalópolis, la que sufre constantemente de contingencias, dobles Hoy no Circula, contaminación por ozono y otras partículas de sustancias químicas, haya sido alguna vez considerada como de un aire transparente y respirable.
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¿En qué momento se perdió?
En la época en que se publicó “La región más transparente”, la Ciudad de México tenía más de 3 millones de habitantes. Sin embargo, ya circulaban en sus calles y avenidas 200 mil vehículos, pero aun los problemas de contaminación no se imaginaban.
Los chilangos todavía podían divisar sin mayor problema los volcanes desde cualquier punto de la ciudad y ni por equivocación se presentaban neblinas o partículas.
El usuario Cuauhtemoc_1521 compartió en la plataforma de X un video de la forma en que la CDMX había cambiado. Acá se pueden ver los volcanes y el aire limpio.
A finales de los años 80, concretamente en noviembre de 1989, se estableció este programa, provisional inicialmente, ante los altos índices de contaminación, la escasa visibilidad y las enfermedades. Un año después, se hizo permanente y continúa hasta la actualidad.
Otro de los problemas que afecta la CDMX y el Valle de México es la cuenca que la rodea, algunos la ven como una especie de olla y que cuando no soplan vientos, la contaminación se queda atrapada.
Ahora que la CDMX ya no es la región más transparente del aire, cabría reflexionar en lo que necesitamos para que el aire y el ambiente de esta ciudad vuelvan a ser tan limpios.