Muere chófer de microbús, héroe en explosión de pipa en Iztapalapa, que ayudó a pasajeros

El viernes 19 de septiembre murió Erick Vicente Acevedo Romero, el chofer de un microbús que se encontraba cerca de la pipa de gas LP que explotó en el Puente de la Concordia en Iztapalapa. El hombre, que tenía 33 años, es considerado un héroe de la tragedia por la que murieron 26 personas debido a que arriesgó su propia vida para salvar la de los pasajeros que en ese momento iban a bordo de la unidad que manejaba.
Por la explosión de la pipa en Iztapalapa fallecieron padres de familia, estudiantes, profesores y trabajadores, el deceso de Erick Vicente Acevedo se suma a la pérdida de personas que no sobrevivieron a quemaduras en su cuerpo tras días de hospitalización.
Chofer ayudó a pasajeros durante la emergencia por la pipa de gas
Del conductor Erick Vicente Acevedo Romero, quien manejaba una micro cuando ocurrió la explosión de la pipa en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, se conoce que ayudó a los pasajeros que viajaban con él, a descender de la unidad, en cuanto comenzó a expandirse la nube de gas que precedió a las llamas.
Erik no dio la espalda a las personas que viajaban con él, para echarse a correr y primero salvar su vida. Tuvo la atención de ayudarlas a bajar del microbús en medio de la emergencia, hoy su familia atraviesa su pérdida.
Erik llegó al hospital en estado grave
El chofer tenía 33 años y había sido atendido médicamente en el Hospital Rubén Leñero en estado grave. Resultó con quemaduras en el 100% de su cuerpo.
Otra información sobre Acevedo, destacada en medios de comunicación, es que dejó en la orfandad a un niño de 8 años.
También se conoció que el tatuaje que llevaba en una mano fue clave para poder reconocerlo después del siniestro.
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Fallecen dos abuelos por explosión en Iztapalapa
La tragedia apagó las vidas de Alicia Matías Teodoro, conocida como la “abuelita heroína” de la explosión, porque salvó a su nieta de dos años al protegerla con su cuerpo cuando se desató el fuego.
La menor es atendida actualmente en un hospital en Texas, Estados Unidos, debido a los daños en su organismo por el accidente. Alicia tenía 49 años, trabajaba como chocadora y ayudaba a su hija a cuidar a la niña, porque es madre soltera y también debía salir a trabajar.
Misael Cano Rodríguez era otro abuelo. Circulaba en su auto acompañado de su hija y su nieto de 18 meses cuando la pipa explotó. Murió a los 39 años tras recibir atención médica en el Instituto Nacional de Rehabilitación.
Había salido con su hija y su nieto por un regalo que le había comprado al pequeño.
Niños quedan en la orfandad
Otras realidades que son consecuencia de la explosión tienen que ver con los hijos que dejaron algunas de las víctimas que murieron días después del accidente.
- Edgar Santiago Álvarez. Había salido a dejar a su hija a la preparatoria
- Oswaldo Gutiérrez Espinoza. Era padre de tres hijos, de 10, 11 y 12 años
- Eduardo Romero Armas. Deja a tres hijos que mantenía con su empleo como conductor de plataforma
- Abril Díaz Castañeda. Era la madre de cuatro menores, había salido ese día a buscar trabajo




