Comuneros revisan cada vehículo que sube al bosque Los Dinamos, en la alcaldía Magdalena Contreras de la Ciudad de México. El objetivo es cuidar el suelo de conservación que sirve como captador natural de agua.
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Entre los problemas que existen en la zona está el de la gente que va a tirar basura y hasta animales muertos, refieren.
“Nos damos a la tarea de hacer revisiones, en este caso a los visitantes, ya que vienen aquí a disfrutar de la naturaleza, y pues eso también trae algunos problemas”, señala la comunera Raquel López.
El problema es grande, vehículos desconocidos han subido a tirar toneladas de desechos a la zona, a veces hasta una o dos, refiere Raquel. Algunos animales parecen acostumbrarse al panorama, por eso las revisiones no cesan.
“El cascajo, aunque lo tiren en el cerro, le afecta al bosque, porque el bosque no existiría sin el río. Todo eso si no lo empezamos a cuidar ahorita, ¿el río, cuánto tiempo creen que dure más? Lo dejan a la orilla del río y lo están contaminando, y ya ve la problemática que tenemos del agua ahorita ya”, abunda Miguel Mancilla, habitante de la Magdalena Contreras.
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En el perímetro de los Dinamos no hay patrullajes de la policía local. Ante ello, los comuneros piden la intervención de las fuerzas armadas o la Guardia Nacional.
Ante la vigilancia en los Dinamos, visitantes, como Alejandro, refieren que la acción es buena, puesto que se tienen que cuidar los bosques y la naturaleza y recuerda, como ejemplo, la escasez de agua en la Laguna de Zempoala.
La batalla contra los contaminantes en la zona, afirman los comuneros, también incluye a comerciantes: “Ellos tienen que estar conscientes de que de ahí viven, de ahí ganan, ahí trabajan”, señala Ángel.
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El agua que capta el Bosque Los Dinamos, en sus casi 2 mil 900 hectáreas, da forma al Río Magdalena, líquido que entuba el Sistema de Aguas de la Ciudad para distribuir en los hogares.
“Se tiene que cuidar, precisamente es lo que hacemos, ya que este es el último río vivo de la Ciudad de México, que abastece a un poco más de 700 mil personas”, señala Raquel López.
El objetivo de la vigilancia es garantizar agua más limpia, aunque, a pesar de los esfuerzos de los comuneros, aún hay zonas donde la basura es visible.
