Aurelia García Cruceño fue liberada este martes, en Guerrero, luego de que se le retiró el cargo de homicidio por el aborto espontáneo que sufrió en octubre de 2019.
Durante la última audiencia de la reposición del proceso, una jueza de Iguala determinó absolver a la joven indígena del delito que se le acusaba y de la condena, de 13 años de prisión, que se le había impuesto.
La jueza determinó que no existían pruebas que acreditaran que Aurelia cometió homicidio en razón de parentesco.
Al salir del Palacio de Justicia de Iguala, Aurelia se reunió con su familia, todos integrantes del pueblo Nahua. La mujer agradeció a toda las personas que la apoyaron y la defendieron.
Con mantas y consignas como “Aurelia, hermana, aquí está tu manada”, “Aurelia, libre” y “Justicia, justicia”, fue como recibieron las activistas a la joven indígena al salir de prisión.
La mujer comentó a medios de comunicación que dentro de prisión aprendió a hablar español y ahora buscará estudiar para cumplir con su sueño de ser maestra.
¿Por qué fue acusada Aurelia García?
Cuando tenía 19 años, la joven sufrió múltiples violaciones por parte de un hombre 20 años mayor que ella, en la comunidad de Xochicalco. Tras los abusos, la joven tuvo un embarazo no deseado.
Al temer ser reprimida por tener un hijo sin estar casada, Aurelia huyó a la casa de una tía que vive en Iguala. Sin embargo, en octubre de 2019, cuando tenía ocho meses de embarazo, sufrió un aborto espontáneo.
La joven fue internada en un hospital y días después, policías municipales la detuvieron y la trasladaron al Cereso de Iguala, pese a que no había sido dada de alta por los médicos.
El 4 de octubre se le impuso la medida de prisión preventiva al ser acusada de homicidio en razón de parentesco.
Aunque no le explicaron el proceso en su idioma, Aurelia García recibió una sentencia de 13 años y cuatro meses de cárcel en julio de 2021, a través del procedimiento abreviado.