“No han llegado las autoridades”: habitantes de Puerto las Ollas, Guerrero, piden ayuda y graban balacera desde su casa

Desde la madrugada del domingo 8 de junio, los habitantes de Puerto las Ollas, una comunidad enclavada en la sierra del municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, viven una ola de violencia. De acuerdo con múltiples denuncias ciudadanas, un grupo armado identificado como parte de La Familia Michoacana irrumpió en la zona, atacando viviendas, disparando armas y causando diversos incendios.
Familias de Puerto las Ollas, encerradas en sus casas, piden ayuda
Uno de los videos que circula en redes muestra a un grupo de mujeres dentro de una vivienda improvisada, resguardando a niños pequeños, mientras una de ellas lanza un mensaje a la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Desde la mañana de este domingo, llegaron los de la Familia Michoacana, hicieron disparos y hay un niño herido; queremos que la presidenta mande al Ejército porque aquí está muy feo y no podemos salir de nuestras casas”.
En otro video, una madre de familia graba los sonidos de las balas desde su hogar y suplica intervención inmediata. Estas imágenes fueron compartidas en redes sociales.
Habitantes de Puerto las Ollas contradicen al Gobierno: “Nadie ha llegado”
Pese a que el Gobierno de Guerrero informó haber desplegado un operativo de seguridad con elementos del Ejército y la Policía estatal para atender el caso en Puerto las Ollas y comunidades cercanas, los pobladores lo desmienten.
Usuarios como Paola Gar afirmaron que las imágenes difundidas por las autoridades corresponden a otras localidades y que “nadie ha llegado” a su comunidad. “Esto es una mentira. Las autoridades no han venido a Puerto las Ollas”, escribió en redes, etiquetando a la gobernadora Evelyn Salgado y otras funcionarias.
Comunidades incomunicadas, en medio del fuego y sin respuesta federal
De acuerdo con los testimonios, el grupo armado tomó por sorpresa a las comunidades rurales de la Sierra Madre del Sur; en éstas habitan ciudadanos que se dedican al cultivo de aguacate, durazno y manzana; sin embargo, desde el domingo permanecen refugiados, sin acceso a servicios básicos y bajo el temor constante de ser atacados.
Los pobladores acusan abandono, incertidumbre y una falta total de apoyo por parte del Estado. La violencia los mantiene sitiados y sus únicas herramientas de denuncia han sido sus teléfonos celulares, hasta que se quedaron sin señal. Por el momento, no hay un informe oficial sobre detenidos, heridos o daños materiales, aunque las denuncias civiles hablan de casas quemadas.