Carretera 57 de Querétaro, colapsada por peregrinos devotos a San Judas Tadeo

Carretera 57 de Querétaro: devotos de San Judas Tadeo abundan
Devotos de San Judas Tadeo abundan en carretera de Querétaro. Foto: Ricardo Sánchez

Como cada 28 de octubre, miles de devotos de San Judas Tadeo colapsaron este viernes la carretera 57, en su tramo México-Querétaro, a la altura de la comunidad de La Noria, en el municipio de El Marqués, donde se encuentra ubicada una capilla en honor a San Judas Tadeo; ahí, los fieles se apostaron en espera de ingresar y rendir honor al santo de su devoción.

Desde la noche del jueves comenzaron a arribar los primeros fieles, quienes velaron a un costado en la capilla, que desde las primeras horas del viernes empezó a recibir la afluencia de miles de católicos que arribaron desde distintos puntos del estado y entidades vecinas, para agradecer al santo patrono de las causas perdidas los favores otorgados.

Kilómetros y kilómetros de gente formada a las afueras de la Ermita, sin importar el sol o estar de pie, se extendieron desde este lugar con el fin de agradecer los milagros; algunos han caminado por hasta ocho horas para llegar y, por la tarde de este viernes, todavía se espera la llegada una peregrinación de más de 2 mil fieles que vienen en camino sobre la misma carretera.

Ante esto, se ha reducido el carril de la Carretera Federal 57, en dirección a Querétaro, lo que ha provocado kilómetros de vehículos que avanzan lentamente.

Quienes ahí se encuentran aseguran que no importa el tiempo que les tome para llegar hasta la capilla, pues tras dos años de pandemia en los que no se les permitió realizar esta celebración, hay mucho que agradecer y esperarán el tiempo que sea necesario para entregarle su ofrenda a San Judas Tadeo.

Cientos de flores, globos amarillos y verdes acompañan a los peregrinos, así como autos y camionetas adornadas con globos y telas; otras tantas regalan tacos, tamales, tornas, agua y jugos a quienes hacen fila.

Para quienes han arribado al lugar, es una tradición que llevan realizando desde que eran niños y que esperan poder inculcar a las futuras generaciones, para que sigan venerando a “San Juditas”, como le dicen de cariño.

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