Por primera vez en 36 años, la tortuga marina más grande del mundo, la “Laúd” anidó en el Área Natural Protegida Xcacel-Xcacelito ubicado en el Caribe Mexicano, tal es la suerte que a lo largo de su historia se ha registrado tan solo 5 anidaciones de este tipo en Quintana Roo.
- “Son muy pocas las que llegan a anidar al estado de Quintana Roo, han anidado en otras playas, que no son el Santuario de la Tortuga Marina, ósea Xcacel en este caso, y este año tuvimos la fortuna de tener una anidación y registrar a esa tortuga, incluso le pusimos una marca metálica para poderla identificar”, dijo Leonel Gómez Nieto, jefe de Proyecto Operativo de Flora, Fauna y Cultura de México
¿Cómo es la tortuga Laúd?
La tortuga Laúd es considerada la tortuga marina más grande del mundo, alcanzando una longitud de 2,3 metros y un peso de más de 600 kilogramos, esta tortuga habita naturalmente en el Océano Pacífico.
- “Esta tortuga marina es la más grande de todas las tortugas marinas y su zona de anidación fuertes son en el Pacífico, entonces para nosotros, pues obviamente viene siendo un poco extraño o vamos a decir así, la gran sorpresa de que tengamos una anidación en nuestros programas”, señaló Leonel Gómez Nieto, jefe de Proyecto Operativo de Flora, Fauna y Cultura de México.
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La Laúd fue clasificada como en peligro de extinción a lo largo de toda su distribución desde 1970, debido a la caza, introducción de animales foráneos a su habitad natural y al reducirse su zona de anidación por la creciente mancha urbana.
- “Esta tortuga está en peligro crítico de extinción, es una de las especies junto a la “Carey” y ya la “Cahuama” que le va siguiendo también que se encuentran en peligro crítico, está la amenaza muy severa”, declaró Leonel Gómez Nieto.
Santuario conserva y mantiene varios ejemplares de tortugas
En el santuario de tortugas marinas Xcacel-Xcacelito nacen cada año unas 200 mil crías de distintas especies, en esta ocasión tuvieron el 90% de éxito con el nido de la Laúd.
“El protocolo viene siendo el mismo que las otras especies, la conservación, la protección y pues nosotros en nuestro proyecto es la investigación también, entonces que hacemos, para empezar, determinar la especie. En cuanto llegó, vimos que fue Laúd, entonces le pusimos a ese nido más esmero para que se pudiera proteger, lo que hicimos fue resguardarlo más que todos los demás nidos en el buen sentido para que pudiéramos tener éxito, tuvimos casi el 90% de eclosión”.
Leonel Gómez Nieto, Jefe de Proyecto Operativo de Flora, Fauna y Cultura de México
