Concilio maya, expandilleros buscan la paz en Yucatán
Integrantes de pandillas rivales ahora reconstruyen casas, hacen música y reparten despensas para transformar su historia en Yucatán.
De la rivalidad al respeto: así nació el Concilio Maya en prisión
Durante años fueron parte de pandillas rivales que causaron temor en las calles de Mérida. Algunos, como Manuel Magaña, pasaron décadas en prisión. Pero fue ahí, dentro del CERESO de Mérida, donde surgió el cambio.
En 2006 nació el Concilio Maya, un proyecto que buscaba poner fin a las confrontaciones entre bandas como La Sur 13, Los Neighbor y la BOF. La iniciativa fue impulsada por autoridades del penal, y con el tiempo logró que líderes enemigos buscaran la paz.
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“Nos hizo ver que mediante la paz y el respeto podíamos convivir y ser personas dentro del CERESO”, relató Magaña.
Vieja Escuela: pandilleros reformados que ahora ayudan a su comunidad
Tras su salida del penal, exintegrantes del Concilio Maya crearon La Vieja Escuela, un grupo que hoy realiza labores comunitarias: reparten medicinas, reconstruyen casas y apoyan a personas vulnerables.
Jorge Sánchez, también fundador, destacó que la clave fue el ejemplo entre líderes. “Hoy caminamos juntos, nos protegemos juntos, buscamos el poder para la paz”, afirmó.
Las acciones no se limitan a lo social. Desde la música y el arte, miembros como Edgar Calleros, “Nano el Cenzontle”, comparten letras inspiradas en su cambio de vida. En prisión grabó tres discos y ahora lleva su mensaje a las calles.
Música, arte y solidaridad: su nueva forma de vivir
El objetivo de La Vieja Escuela es claro: desactivar las rivalidades con arte, comunidad y ejemplo. Lo que alguna vez fue odio entre “clicas”, hoy es respeto y solidaridad.
“El chip cambia, y cambia para bien”, resume Calleros, quien considera que la transformación personal es posible, incluso en los contextos más difíciles.
