Investigan origen de niños sacrificados en Chichén Itzá
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) indagan el origen de niños sacrificados hace más de un milenio en Chichén Itzá.
Concluyeron que probablemente los restos óseos de menores encontrados en un chultún (depósito de agua en maya) no pertenezcan a pobladores de la zona, pues su morfología difiere de otros restos hallados en el sitio.
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El osario fue descubierto en 1967. El equipo contabilizó mil 759 piezas dentales aisladas, pertenecientes a individuos de entre 3 y 14 años.
Después de organizar los dientes por tipo, posición y naturaleza, se determinó un número mínimo de 75 individuos en el conjunto.
“Estos restos, los más tempranos… todo el contexto fue usado por muchísimos años, era un lugar donde de manera recurrente se enterraban a los niños que muy probablemente eran sacrificados cerca de ahí, una tras otra vez. Los más antiguos para el año 700 de nuestra era, y los más recientes para el año 1,100. Estamos hablando de 400 años, aproximadamente, representados en estos niños”, señaló Oana del Castillo Chávez, investigadora del INAH.
Material sin estudiar por más de cinco décadas
“Fue en la excavación que se llevó a cabo en 1967, en un chultún en Chichén, cerca de lo que era una pista de aterrizaje… En un principio se trabajaron, pero se quedaron guardados hasta hace unos años que empezamos nosotros a hacer los análisis. Se quedaron 52 años sin estudiar”, explicó Martha Pimienta, también investigadora del INAH.
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El estudio, retomado recientemente, reveló que los restos corresponden a infantes varones, y en algunos casos, incluso gemelos sacrificados.
Morfología que apunta a otro origen
Los especialistas concluyeron que la morfología dentaria de los individuos hallados en la cisterna difiere de la de otros sitios prehispánicos del área maya.
“¿A qué se llegó? A que los niños del chultún de Chichén Itzá, según los análisis, es poco probable que pertenezcan a las poblaciones que analizamos. ¿Qué quiere decir? Que de esos 24 sitios de forma morfológica, esos 14 vía métrica, es poco probable que sean similares. Eso no quiere decir que tal vez en el futuro —eso es lo que esperamos— se encuentren poblaciones con las mismas frecuencias y las mismas dimensiones, y entonces digamos: los niños de Chichén Itzá proceden de aquí”, señaló Alfonso Gallardo, coordinador de Antropología Física del INAH.
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¿Quiénes eran y por qué los sacrificaron?
Los investigadores plantean tres hipótesis para explicar el origen y sacrificio de estos niños:
- Un grupo local en el poder ofreció en sacrificio a inmigrantes que se habían asentado en la ciudad.
- Un grupo local capturó o compró niños de otra etnia para una ofrenda ritual específica.
- Un grupo inmigrante, ya asentado en Chichén Itzá, sacrificó a los niños como parte de sus costumbres y prácticas identitarias, en busca de legitimación dentro de la metrópoli maya.
También se considera la posibilidad de que estos menores hayan sido parte de grupos de comerciantes, establecidos en la zona a partir del año 800 d.C.
El estudio de estos restos sigue en marcha. A más de mil años de distancia, los investigadores del INAH continúan desentrañando el enigma que rodea al sacrificio infantil en Chichén Itzá.




