Maestros enseñan matemáticas mayas en comunidades de Yucatán
Tres objetos cotidianos, frijol, caracol y pedazos de madera o ramas, son suficientes para que los pequeños de Uspibil, en Chemax, Yucatán, al oriente del estado, aprendan matemáticas mayas.
“Los niños pueden empezar desde primer grado solamente utilizando el punto, la raya y el caracol. En el caso de nosotros, utilizamos un frijolito para el punto, una rayita, que es una maderita, y el caracol o un pedacito de papel para simbolizar el caracol. Para los mayas el caracol es el cero, el frijolito es el número uno y la raya es el número cinco; con esos tres números podemos llegar hasta millones… así lo utilizaban los mayas en el pasado”, detalla Jesús Chable, maestro de la escuela bilingüe Mártires de Chicago.
Niños aprenden matemáticas mayas en Yucatán
Las matemáticas mayas se enseñan en la Escuela Primaria Bilingüe Mártires de Chicago. Así impulsan las capacidades de análisis y deducción en niñas y niños.
Los niños se divierten mientras aprenden y ejercitan sus habilidades mentales que la numeración simbólica maya facilita.
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Con ello, alumnos de educación preescolar pueden realizar operaciones como sumas, restas, multiplicaciones, divisiones e incluso raíces cuadradas.
“Las matemáticas mayas me gustan mucho. El maestro nos enseña bien”, afirmó Erika Balam, alumna de la escuela.
La estrategia es impulsada por la Secretaría de Educación de Yucatán, para fortalecer el pensamiento lógico en estudiantes de esta escuela bilingüe.
De acuerdo con expertos, las matemáticas mayas, lejos de ser un sistema obsoleto, ayudan a los estudiantes a razonar, en lugar de solo memorizar.
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Incluso los padres de familia realizan estos ejercicios en casa y aprenden con sus hijos.
“Las matemáticas son un poco complicadas; hay niños que aprenden, hay niños que no aprenden y ahí como papás y mamás hay que enseñar también, para que aprendan también ellos”, señaló Faustino Balam, padre de familia.
En Yucatán, son cerca de cinco escuelas en las que ya se aplica el método, en beneficio de más de 300 alumnos de escuelas bilingües.
El método podría convertirse en un sistema que se aplique a nivel nacional, para lograr mejor resultados en esta asignatura.
