12 señales de una relación sana: cómo saber si estás con la persona correcta

Probablemente has llegado a preguntarte si estás con la persona correcta, es por eso que en unotv.com te contaremos cómo saberlo y algunas señales de que estás en una relación sana.
Hoy más que nunca la salud es una prioridad, misma que debe estar en todos los ámbitos, uno muy claro debe ser las relaciones, ya que todo resulta ser más fácil, pero a veces requieren mucho trabajo duro y dedicación.
Lo que se puede llegar a saber es que ninguna relación es perfecta, cada una es única y tiene distintos desafíos y un conjunto de acciones y buenas prácticas de dos personas que se aman, se respetan y se apoyan.
Para saber si tienes una relación sana es necesario acudir a la psicología del amor, específicamente con la psicoterapeuta registrada Natacha Duke, quien habla de señales que describen a una relación saludable y adecuada.
“Hay muchas cosas que pueden contribuir a una relación sana y algunas son muy personales para cada uno de nosotros”, señala Duke. “Lo importante es que exista un nivel razonable de confiabilidad y que ambos sientan que la otra persona los va a priorizar y va a cumplir su palabra en cada paso del camino”.
¿Qué es una relación sana?
De acuerdo con Cleveland Clinic, una relación sana se centra en:
- Empatía y amabilidad.
- Confiabilidad y compromiso.
- Respeto mutuo de los límites.
- La capacidad de trabajar juntos como un equipo.
- Valores y objetivos similares.
Una de las claves es tener valores y objetivos similares, a pesar de que las necesidades de cada uno varían.
Señales de que estás en una relación sana

Cuando una relación es sana, se siente equilibrada, respetuosa y enriquecedora. Aunque cada pareja es única, hay ciertas señales clave que indican que todo va por buen camino.
Hay respeto
El respeto es la base de cualquier relación saludable. Establecer límites no solo ayuda a proteger tu bienestar emocional y físico, sino que también fomenta la consideración por los valores y necesidades del otro. Una pareja que respeta estos límites no intenta controlar con quién te relacionas ni te hace sentir incómodo en el ámbito íntimo o personal.
La confianza se construye con el tiempo
La confianza no surge de la nada, sino que se fortalece con la convivencia y la coherencia en las acciones. Desde compartir sentimientos hasta tomar decisiones importantes juntos, la seguridad en el otro se vuelve un pilar esencial en una relación sana.
La comunicación es efectiva, incluso en los momentos difíciles
Es fácil llevarse bien cuando todo va bien, pero en las relaciones saludables, la verdadera prueba es cómo se enfrentan los conflictos. Expresar sentimientos, escuchar activamente y buscar soluciones juntos es clave para fortalecer el vínculo.
Pueden estar en desacuerdo sin que la relación se resienta
No siempre hay que coincidir en todo. De hecho, saber manejar desacuerdos sin que se conviertan en enfrentamientos destructivos ayuda a construir confianza y refuerza la relación.
Saben perdonar
El rencor puede ser una carga en cualquier relación. En cambio, en una pareja saludable, el perdón es una muestra de amor y madurez. Superar los conflictos sin quedarse atrapado en el pasado permite seguir avanzando juntos.
Hay compromiso de ambas partes

Cuando ambos están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo en la relación, se crea un equilibrio. Si en algún momento uno siente que está haciendo más que el otro, la comunicación abierta ayuda a reajustar la dinámica sin generar resentimientos.
Son amables el uno con el otro
La amabilidad es un signo claro de una relación sana. Pedir disculpas cuando sea necesario, escuchar con atención y mostrar apoyo en los momentos difíciles hacen que la convivencia sea más armoniosa.
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Se apoyan mutuamente en sus metas
Cada uno tiene sueños y aspiraciones, y en una relación saludable, hay espacio para que ambos crezcan sin sentirse limitados. Apoyar los objetivos individuales fortalece el vínculo y demuestra que la relación es un equipo.
Tomen decisiones juntos
Desde asuntos cotidianos hasta decisiones importantes, una pareja saludable actúa en equipo. Consultarse y valorar la opinión del otro demuestra que existe una conexión basada en la cooperación.
No evitan los temas difíciles
Las conversaciones incómodas son inevitables, pero enfrentarlas con respeto y empatía es fundamental. En una relación sana, no se ignoran los problemas; se abordan de manera constructiva para evitar que crezcan con el tiempo.
Se sienten bien consigo mismos y mantienen su independencia
Cada persona es un individuo con su propia identidad. En una relación saludable, ambos pueden ser auténticos, trabajar en su desarrollo personal y mantener su independencia sin sentirse limitados por la pareja.
Son genuinos el uno con el otro
No siempre se tiene que estar en modo “perfecto”. En una relación sana, puedes ser tú mismo sin miedo a ser juzgado. La confianza permite mostrarse con vulnerabilidades y fortalezas, lo que fortalece el vínculo y fomenta la complicidad.




