7 hábitos para mantener la concentración en un mundo lleno de distracciones

Conoce algunos hábitos a los que puedes recurrir para mantener la concentración en un mundo lleno de distracciones, de acuerdo con los expertos.
Seguramente te ha pasado que te sientas frente a su computadora, listo para abordar el trabajo que has estado prometiéndote hacer, pero inevitablemente, tu bandeja de entrada y teléfono suenan; luego, justo cuando está a punto de comenzar, instintivamente tomas tu teléfono, revisa los titulares y navega por las redes sociales: su enfoque se fragmenta con cada desvío digital.
Estas interrupciones, tanto externas como autoinfligidas, ya no son la excepción; se han convertido en el modo predeterminado, dice Zelana Montminy, psicóloga positiva y autora de Finding Focus: Own Your Attention in an Age of Distraction.
Muchos de nosotros creemos que somos expertos para manejar interrupciones, pero la investigación cuenta una historia diferente, según Gloria Mark, profesora de informática en la Universidad de California, Irvine.
Entonces, ¿cómo puede usted fortalecer su capacidad de concentración y mantenerse enfocado? Esto es lo que sugieren los expertos.
Preparar el terreno
Optimizar tu cerebro para concentrarte comienza con el autocuidado fundamental, según Montminy. “Usted necesita priorizar hábitos básicos como el sueño, la hidratación y la actividad física”, afirma.
Crear señales ambientales consistentes también es clave. Montminy recomienda establecer “rituales de concentración” o señales que le indiquen al cerebro que es momento de concentración (como un espacio de trabajo dedicado, una configuración específica del escritorio o una rutina constante que lo prepara para realizar un trabajo profundo).
Entrene la atención de su cerebro
Una vez que tenga cubiertos los aspectos fundamentales, lo siguiente es aprovechar su enfoque natural. Mark recomienda un enfoque concreto: “Escriba sus objetivos y colóquelos en un lugar donde estén en su campo visual”, dice.
Dirige tus emociones
Mark recomienda visualizar el estado emocional que desea tener para guiar el comportamiento. Así que debes preguntarte: “¿Cómo quiero sentirme a las 7 p. m.?” Al establecer metas emocionales, estás creando un mapa neurobiológico que ayuda a tu cerebro a buscar el equilibrio y reducir el estrés.
Interrumpa su piloto automático
La atención tiene diferentes formas, dice Mark. Existe la atención intencional (cuando nos enfocamos conscientemente en una tarea específica) y la automática (cuando actuamos sin pensar deliberadamente). Para romper estos hábitos inconscientes, Mark dice que usted necesita cultivar la metaconciencia, es decir, observar sus procesos mentales a medida que se desarrollan.
Montminy sugiere tener a la mano cosas que pueda usar en lugar del teléfono (por ejemplo, una revista o una libreta) para calmarse o distraerse cuando se siente estrés o ganas de desconectarse. “No use su celular como si fuera una vía de escape automática”, dice.
Sintonice con sus patrones de energía
Su atención en el trabajo tiene un ritmo, dice Mark. Los momentos de máxima concentración se ven afectados por el cronotipo, o ritmo circadiano natural. Programa tareas exigentes durante sus horas de máxima actividad cognitiva y reserva el trabajo menos complejo (como responder correos electrónicos) para cuando su energía disminuya.
Practica la escucha activa
Uno de los momentos en que muchas personas pierden la concentración es durante las conversaciones, señala Montminy. Para mejorar el enfoque y reconstruir la conexión, Montminy recomienda hacer un esfuerzo deliberado por practicar la escucha activa . Esto implica mantener el contacto visual, prestar atención a lo que dice la otra persona y hacer preguntas reflexivas.
Reponga sus reservas de atención
El espacio negativo (un término artístico que hace referencia a las zonas vacías alrededor de los sujetos principales en una imagen) es una metáfora de una habilidad esencial para concentrarse: gestionar la energía mental. Así como los artistas usan el espacio negativo para crear equilibrio, usted puede aprender a recuperar estratégicamente los recursos cognitivos haciendo pausas intencionadas, dice Mark.
Reconozca el valor de su atención y toma decisiones conscientes sobre cómo la asignas, añade Mark. “Tu tienes recursos cognitivos limitados. Son muy valiosos.” La pregunta crucial es: “¿Cómo quieres distribuirlos a lo largo del día?”
Autora: Rebecca Knight
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