¿Cómo reparar el cabello dañado con ingredientes caseros?
¿Tienes el cabello dañado y quieres mejorar su apariencia? Aunque hacer que el pelo tenga una apariencia sana puede llevar algo de tiempo, hay algunos métodos que pueden ayudarte a que el proceso se acelere o por unas horas luzca hidratado, brillante, suave y manejable.
Maggie Hegyi, conductora de televisión y colaboradora de Unotv.com con su videoblog de “Trucos para ti”, nos va a decir qué ingredientes caseros pueden ayudarnos en este proceso.
¿Cómo reparar el cabello dañado?
A veces, los tratamientos para el pelo maltratado se venden a precios muy altos, pero no tienes que preocuparte por eso, porque en tu casa seguro que tienes algunos de estos ingredientes que te ayudarán a reparar el cabello dañado:
Vinagre de manzana
Usar el vinagre de manzana como acondicionador sella la cutícula, mejora el brillo y reduce el frizz; para aplicarlo sigue estos pasos:
- Mezcla dos cucharadas de vinagre de manzana con una taza de agua
- Después de lavar el cabello, enjuágalo con esta mezcla y déjalo actuar cinco minutos
- Aclara con agua fría
Repite el proceso una vez por semana.
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Miel, huevo y aceite de oliva
La proteína del huevo fortalece el cabello y la miel aporta hidratación profunda. Para aprovechar estos beneficios tienes que aplicarlos en forma de mascarilla de la siguiente manera:
- Bate un huevo para luego mezclarlo con una cucharada de miel y una cucharada de aceite de oliva
- Aplica la mezcla en el cabello desde la raíz hasta las puntas
- Cubre con una toalla o gorro y deja actuar 20-30 minutos
- Lava con agua tibia
Repite el proceso cada 10 días.
Aceite caliente
Los aceites naturales nutren, hidratan y reparan el cabello dañado; para aprovechar sus beneficios solo tienes que:
- Calentar ligeramente dos o tres cucharadas de aceite de coco, argán o almendras
- Aplícalo sobre el cabello seco o húmedo, concentrándote en las puntas
- Cubre el cabello con una toalla tibia durante 30 minutos
- Lava con un champú suave
- Enjuaga como normalmente lo haces y listo
Procura repetir dos o tres veces a la semana.
