El corazón es un órgano vital del cuerpo humano que desempeña varias funciones esenciales para la vida, por lo que, en esta entrega de Vida Zen, el colaborador de Unotv.com Dani Cortés nos dará tres consejos para mantenerlo saludable.
1. Sube escaleras
Subir escaleras es un gran ejercicio cardiovascular que aumenta la frecuencia cardíaca y mejora la circulación sanguínea; fortalece el corazón y los vasos sanguíneos. También mejora la capacidad del para bombear sangre de manera eficiente.
Es una forma efectiva de mejorar la resistencia cardiovascular; con el tiempo, este órgano se adapta a la demanda de trabajo y se vuelve más eficiente en el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos durante el ejercicio.
- Otro de los beneficios que tiene subir escaleras es que quemas calorías y podrías controlar tu peso.
Al subir escaleras, estás trabajando principalmente los músculos de las piernas, incluidos los cuádriceps, los glúteos y los músculos de la pantorrilla. El fortalecimiento muscular contribuye a una mayor eficiencia en la circulación sanguínea y a un mayor soporte para las articulaciones.
Esta actividad está asociada con una reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares como:
- Hipertensión
- Enfermedad coronaria
- Accidente cerebrovascular
Mejora la salud cardiaca al reducir factores de riesgo como el colesterol alto, la presión arterial alta y la diabetes tipo 2.
Puede aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL, o “colesterol bueno”) y reducir los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL, o “colesterol malo”). Esto ayuda a mantener un perfil lipídico saludable y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Requiere un mayor esfuerzo del sistema cardiovascular debido al aumento del flujo sanguíneo necesario para suministrar oxígeno a los músculos en movimiento; esto puede mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos y favorecer un mejor flujo sanguíneo en general.
2. Mejora la alimentación
Consume grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, aguacates, nueces, almendras, semillas de chía y pescados grasos como el salmón, que son ricos en ácidos grasos omega-3.
- Estas grasas pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol y tienen efectos antiinflamatorios.
Limita las grasas saturadas y trans que están presentes en:
- Carnes grasas
- Productos lácteos enteros
- Comida rápida
- Alimentos fritos
También debes de eliminar las grasas trans, presentes en muchos alimentos procesados y productos horneados; estas grasas pueden elevar el colesterol LDL (“colesterol malo”) y aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Aumenta la ingesta de fibra por medio de frutas, verduras, legumbres, granos enteros y nueces, la cual ayuda a reducir el colesterol LDL y a mantener los niveles de azúcar en sangre estables.
- La fibra también contribuye a la salud digestiva y al control del peso.
Controla el sodio que viene en los alimentos procesados, comida rápida y alimentos enlatados. Un alto consumo de sodio puede aumentar la presión arterial, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Incluye fuentes magras de proteína como pollo sin piel, pavo, pescado, legumbres y productos lácteos bajos en grasa.
- Estas opciones son más bajas en grasas saturadas y pueden ayudar a mantener un peso saludable.
Aumenta la ingesta de frutas y verduras que estén llenas de antioxidantes, vitaminas y minerales que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares al combatir el estrés oxidativo y la inflamación.
Limita el consumo de azúcares añadidos, presentes en bebidas azucaradas, dulces y alimentos procesados. El exceso de azúcares añadidos puede contribuir a la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Controla el tamaño de las porciones para evitar el exceso de calorías y mantener un peso saludable.
- Bebe suficiente agua es esencial para la salud cardiovascular. Evita bebidas azucaradas y refrescos.
Si consumes alcohol, hazlo con moderación, pues el exceso puede aumentar la presión arterial y contribuir a problemas de salud.
Prioriza una dieta equilibrada y variada que incluya una amplia gama de nutrientes para asegurarte de obtener todos los beneficios para la salud cardiovascular.
3. Evita el estrés
El estrés crónico o prolongado puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular y aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Esto se debe a varias razones:
- Aumenta la presión arterial debido a que puede desencadenar la liberación de hormonas como la adrenalina y el cortisol, que pueden aumentar temporalmente la presión arterial. Si el estrés es crónico, esto puede poner una tensión adicional en los vasos sanguíneos y a nuestro órgano vital, lo que aumenta el riesgo de hipertensión (presión arterial alta).
- El estrés crónico puede aumentar los niveles de inflamación en el cuerpo. La inflamación crónica se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, ya que puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y contribuir al desarrollo de placas ateroscleróticas, que obstruyen el flujo sanguíneo
- En momentos de estrés, algunas personas pueden recurrir a comportamientos poco saludables para hacer frente, como fumar, consumir alcohol en exceso, comer en exceso o no comer lo suficiente, y tener una actividad física limitada. Estos comportamientos pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas
- Puede afectar el ritmo cardíaco y su variabilidad, lo que puede aumentar el riesgo de arritmias y otros problemas relacionados
- Ha sido identificado como un factor de riesgo independiente para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades coronarias, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular. Aunque no se comprende completamente cómo el estrés contribuye a estos problemas, se cree que las respuestas fisiológicas y los efectos en el sistema cardiovascular juegan un papel importante
Principales funciones del corazón
Se trata de un músculo que actúa como una bomba, impulsando la sangre a través de todo el cuerpo. Tiene cuatro cavidades: dos aurículas en la parte superior y dos ventrículos en la parte inferior; se contrae y se relaja rítmicamente para bombear la sangre y asegurar su flujo constante a través de las arterias y venas.
Su principal función es mantener la circulación sanguínea. La sangre transporta oxígeno y nutrientes necesarios para las células y tejidos, y recoge productos de desecho metabólico para ser eliminados.
Recibe sangre desoxigenada (con poco oxígeno) de todo el cuerpo en la aurícula derecha y la bombea hacia los pulmones a través del ventrículo derecho.
- En los pulmones, la sangre recoge oxígeno y se deshace del dióxido de carbono.
La sangre rica en oxígeno y nutrientes es bombeada desde los pulmones hacia la aurícula izquierda y luego al ventrículo izquierdo; desde allí, nuestro órgano bombea esta sangre oxigenada hacia el resto del cuerpo, proporcionando nutrientes y energía a las células.
La sangre también recoge productos de desecho, como dióxido de carbono y otros metabolitos, de las células y los tejidos, llevándolos a los órganos excretores (como los pulmones y los riñones) para su eliminación.
Nuestro órgano vital ayuda a mantener la presión sanguínea al bombear la sangre a través de las arterias con la fuerza suficiente para asegurar un flujo sanguíneo adecuado a todos los tejidos del cuerpo. A través de la contracción y relajación coordinadas de las aurículas y los ventrículos, el puede ajustar el flujo sanguíneo según las necesidades del cuerpo.
- Y tú, ¿Cómo lo cuidas?
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