Salsa macha: la receta de la exquisita salsa picante mexicana que debes probar

| 15:38 | Aldo Flores | The Cultural Kitchen
Salsa Macha
Conoce todo sobre la salsa macha. Foto: Shutterstock

La salsa macha es una de las joyas menos conocidas,pero profundamente sabrosas, de la gastronomía mexicana. Conoce de dónde viene esta delicia, su historia, el origen de su sabor, una preparación llena de matices.

Un origen veracruzano con raíces ancestrales

Aunque hoy puedes encontrar salsa macha en restaurantes de todo el país, su origen se remonta al estado de Veracruz, especialmente en zonas como Córdoba y Orizaba. Se cree que su nombre proviene del término “macha” como una variante femenina de “macho”, en referencia a lo fuerte de su sabor.

La base de esta salsa es de chiles secos, aceite y semillas, la cual tiene inspiración indígena y africana, ya que en la región veracruzana confluyeron diversas culturas a lo largo de los siglos. 

La fritura de ingredientes en aceite, por ejemplo, es una técnica que llegó a México con la influencia afrodescendiente, lo que hace de la salsa macha un claro ejemplo del mestizaje culinario.

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De acuerdo con The Cultural Kitchen, el paso del tiempo, esta salsa fue adoptada en otros estados, especialmente en Oaxaca, Puebla, Michoacán y Jalisco, donde cada región ha adaptado la receta a su propio estilo, agregando ingredientes como ajonjolí, cacahuate, almendra, pepitas, e incluso frutas secas o especias como la canela.

En los últimos años, la salsa macha se ha viralizado no solo por su sabor, sino también por su versatilidad, puedes usarla para acompañar desde tacos y quesadillas hasta aguachiles, sushi, pizzas o pan con queso crema.

Además, su textura, gracias a los ingredientes troceados y fritos, ofrece una experiencia sensorial distinta a la de las salsas tradicionales molidas o licuadas. No es sólo picante, es profunda, ahumada, tostada, crujiente y ligeramente dulce si se le añade vinagre o azúcar.

Ingredientes:

  • 5 chiles pasilla
  • 5 chiles guajillo
  • 2 dientes de ajo
  • 100 g de cacahuetes tostados sin sal
  • 25 g de ajonjolí
  • 200 ml de aceite de oliva suave o de girasol
  • 1 cucharadita de sal
  • Opcional: 1 cucharada de vinagre o un toque de azúcar para equilibrar sabores

Preparación:

  • Limpia los chiles, retira los tallos y las semillas, córtalos en trozos medianos.
  • En una sartén grande, calienta el aceite a fuego medio. Añade los ajos pelados y los chiles. Fríelos unos minutos hasta que estén crujientes pero sin que se quemen (esto es clave para evitar un sabor amargo).
  • Retira del fuego y deja enfriar ligeramente.
  • En un procesador o licuadora, tritura los chiles, el ajo, los cacahuetes, el ajonjolí y la sal junto con el aceite usado en la cocción. Puedes dejarla tan molida o tan gruesa como prefieras.
  • Guarda la salsa en un frasco de vidrio limpio y seco. Puedes conservarla hasta por varias semanas en el refrigerador.

Consejos:

  • Si quieres una salsa más picante, puedes añadir chiles de árbol o chipotles secos.
  • El ajonjolí se puede tostar previamente para un sabor más profundo.
  • Para un toque ahumado, puedes incluir un poco de chile morita.
  • La salsa macha es más que una simple salsa: es un homenaje al sabor de México. Pruébala y descubre por qué se ha vuelto tan popular dentro y fuera del país.