Conoce la historia del mango ataúlfo y sus orígenes mexicanos, estas son sus características y detalles de una de las variedades más conocidas y consumidas.
Este tipo de mango es uno de los más consumidos debido a su sabor, este se le debe a Ataúlfo Morales Castillo, un ingeniero agrónomo mexicano que experimentó con sus árboles injertando mango hasta encontrar el fruto ideal.
Este tipo de mango está formado por 69% de pulpa, 19% de cáscara y 8.5 de semilla, por lo que desde 1963 se puede disfrutar cada año.
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Esta historia resurgió en redes sociales desde hace algunos años y es que muchas personas se quedaron asombradas sobre el origen de uno de los frutos más consumidos en México y con gran exportación al extranjero.
En 2019 se registró que el 90% de la producción se exportó a Estados Unidos de América; mientras que, el resto a Canadá. Estos niveles de consumo han convertido a México en el principal exportador de mango en el mundo.
Actualmente se cultiva en 22 estados del país, siendo Chiapas el cuarto lugar a nivel nacional como productor de mango con 237 mil 530 toneladas al año. El mango ataúlfo se ha consolidado como uno de los cultivos frutícolas más importantes del estado, convirtiéndose en un pilar del desarrollo económico y social del estado y específicamente de la región Soconusco.
Historia del mango ataúlfo
De acuerdo con un artículo publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, el mango ataúlfo tiene un origen mexicano, sin embargo no se conoce su genealogía ni progenitores específicos, aunque una versión aceptada apunta a que su origen se remonta a un predio urbano de Tapachula, Chiapas.
La historia señala que el predio era de propiedad de Ataúlfo Morales desde 1948 cuando lo compró, en ese entonces los árboles de mango ya estaban plantados, pero se estima que nacieron cinco años antes, en 1943.
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Fue en 1950 cuando empezaron a dar frutos y llamaron la atención de los pobladores debido a la calidad de la fruta, pero fue hasta 1958 que el ingeniero agrónomo Héctor Cano Flores, jefe del Instituto Mexicano del Café, pidió permiso a Morales para hacer estudios de sus árboles, esto como objetivo de sustituir el café por árboles frutales en zonas donde no eran aptas para producirlo.
El ingeniero Cano fue el responsable de producir y propagar un clon de mango denominado más tarde como Ataúlfo, mismo que hoy en día es de los más comunes, el cual se distingue por su gran calidad en su pulpa, su color amarillo intenso, piel delgada, semilla pequeña y un gran contenido de azucar que le da un aroma agradable y un dulce sabor.
La Declaratoria de Protección a la Denominación de Origen del mango ataúlfo de Soconusco Chiapas, fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de agosto de 2002.
