La evolución de la lencería femenina a lo largo de la historia

La lencería femenina es una parte fundamental en el atuendo de las mujeres, pues suele evitar infecciones, que alguna parte de nuestro cuerpo se salga de su lugar o simplemente para hacernos sentir cómodas.
Pero ¿sabes todo lo que ha tenido que pasar para que la industria llegara al diseño que actualmente usas? En Unotv.com te vamos a hablar un poco de su evolución e historia.
La lencería femenina y los factores que la transformaron
La evolución de la lencería femenina a lo largo de la historia es un reflejo de las transformaciones culturales, sociales y tecnológicas que ha tenido el mundo a lo largo de su historia.
En las antiguas civilizaciones como Egipto, Grecia y Roma, las mujeres utilizaban prendas íntimas simples, como cinturones o bandas de tela alrededor del pecho y la cintura, pero no existía una prenda elaborada.
Fue durante la edad media que la ropa íntima de las mujeres comenzó a tomar forma con la adopción de prendas de malla y los corpiños ajustados. Estas prendas ayudaban a dar forma al cuerpo y resaltar ciertas áreas, como el busto y la cintura.
Para el renacimiento surgieron los primeros corsés, que se utilizaban para realzar la figura y lograr una silueta idealizada. Se confeccionaban con materiales rígidos y, a menudo, eran incómodos.
Con la Revolución Industrial, se produjeron avances en la tecnología textil, lo que permitió la fabricación de prendas más elaboradas.

- Los corsés se volvieron más sofisticados y se popularizaron las enaguas y las crinolinas para dar volumen a los vestidos.
¿Cómo influyó el feminismo en la transformación de la ropa íntima?

Con el surgimiento del movimiento feminista y la lucha por la igualdad de género, algunas mujeres comenzaron a rechazar los corsés y las prendas restrictivas.
- Paul Poiret, diseñador de moda francés, introdujo la idea de “liberar el cuerpo” promoviendo el uso de prendas más sueltas y cómodas.
Entre las décadas de 1920 y 1930, la revolución de la moda llegó con la era del jazz, y las mujeres adoptaron un estilo más andrógino y liberado.
Los sujetadores modernos comenzaron a ganar popularidad, y las prendas interiores de la parte superior comenzaron a evolucionar hacia un enfoque más funcional y cómodo.
Entre 1940 y 1950, la escasez de materiales, a causa de la Segunda Guerra Mundial, llevó a la creación de prendas más simples y funcionales. Después, con el resurgimiento de la moda, los sujetadores se volvieron más estructurados y modeladores para enfatizar una figura curvilínea.


La revolución sexual y el movimiento feminista tuvieron un impacto en el diseño de calzones y brasieres que se fabricaron entre 1960 y 1970. Aparecieron prendas más liberales y cómodas; además de que surgieron los sujetadores sin aros y las prendas más minimalistas.

La lencería femenina adquirió un enfoque más sensual y seductor entre 1980 y 1990, con el auge de la ropa interior de encaje y la popularización de marcas especializadas en ropa íntima de mujer.
En el siglo XXI, estas prendas continúan evolucionando con una mayor diversidad de estilos, tallas y materiales. Se ha hecho hincapié en la comodidad y la inclusividad, y se han eliminado las expectativas tradicionales de belleza y forma corporal.





