Bolsonaro deja prisión domiciliaria para examen médico

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro recibió autorización de la justicia para abandonar este domingo la residencia donde cumple una orden de prisión domiciliaria y someterse a un procedimiento médico. Es su primera salida luego de ser condenado a 27 años de cárcel por intentar un golpe de estado.
Confinado en su residencia desde agosto y objeto de vigilancia las 24 horas por un “riesgo de fuga”, el exmandatario fue condenado esta semana por liderar un fallido plan para impedir la asunción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que lo derrotó en las elecciones de 2022.
Bolsonaro deja prisión domiciliaria para realizarse examen médico
Bolsonaro, de 70 años, llegó al hospital DF Star de Brasilia sobre las 08:00 horas (tiempo local) escoltado por varios policías armados. No se dirigió a la prensa ni a decenas de simpatizantes que lo esperaban en el lugar con banderas de Brasil.
Allí le extraerán dos lesiones cutáneas, una de ellas descrita como una “neoplasia de comportamiento incierto o desconocido de la piel”, según un informe médico. El procedimiento es ambulatorio y debe durar pocas horas.
Además de las lesiones en su piel, el expresidente sufre crisis de hipo y vómitos relacionados con problemas en el aparato digestivo derivados de una puñalada sufrida en 2018, durante un acto de campaña.
[TE PUEDE INTERESAR: Visita de Brasil a México concluye con acuerdos en salud, ciencia y economía]
En agosto fue autorizado a visitar el mismo centro médico para realizarse una serie de exámenes que revelaron que había padecido recientemente dos neumonías.
La corte debe estudiar los recursos que interponga su defensa antes de enviar a Bolsonaro a prisión. El exmandatario podría solicitar cumplir su pena en casa, alegando razones de salud.
Jair Bolsonaro asegura ser víctima de una persecución
Principal líder de la derecha y la ultraderecha en Brasil, Bolsonaro se dice víctima de “persecución” y su defensa ha anunciado que apelará el fallo de la corte suprema, incluso en instancias internacionales.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considera que Bolsonaro es víctima de una “caza de brujas” y, en respuesta, impuso aranceles a varios productos de la principal economía latinoamericana.
Bolsonaro guarda silencio desde finales de julio, cuando el supremo le impuso una prohibición de manifestarse en redes sociales por considerar que las ha usado para obstruir la justicia.




